SOCIEDAD / LOS AÑOS OSCUROS
Los años oscuros
Nunca pensé que iba a ver
este rebrote de la ultraderecha, que el huevo de la serpiente eclosionara y lo
haría con tanta fuerza. Quizá es que los fascismos son cíclicos y son herramientas
del sistema para ordenar el caos que ellos mismos generan. Si al otro lado del
charco un presidente iletrado está cambiando el orden de su patio trasero
(alguna culpa tendrán los Kirchner, Lula de Silva, Maduro, Ortega de turno, me
pregunto) con gobiernos títeres que rinden su vasallaje al amigo americano,
aquí, en esta orilla, su pupilo Steve Bannon organiza la extrema derecha para
hacerse con el control de Europa y después desintegrarla.
Lo más preocupante es que
los fascismos son contagiosos y ya no se ocultan. Pasó en Grecia con Amanecer
Dorado y pasa en España con VOX. PP y Ciudadanos andan en competición por
superar a VOX en sus discursos precampaña y éste exhibe sin pudor su pedigrí
franquista. Cayetana Álvarez de Toledo, marquesa de Casa Fuerte, con triple
nacionalidad (francesa, argentina y española), discípula aventajada en las FAES
de Aznar que no ha pisado Barcelona y se presenta en la lista electoral por esa
provincia, banaliza sobre los golpes de estado a tiro limpio y con tanques, y
Pablo Casado haría el sueco con las emigrantes a cambio de que den sus hijos en
adopción. En esa escalada de barbaridades, una mente pensante de VOX llamado Iván
Espinosa de los Monteros pide ilegalizar a secesionistas y podemitas por querer destruir España y porque no se duchan; se
suben al carro de los desatinos unos cuantos generalotes franquistas y un
historiador, Fernando Paz, que dice que el Holocausto no lo fue tanto y que
había nazis buenos a rehabilitar, y que Franco trajo la democracia y otras
barbaridades diversas. Para redondear el guiso Fernando Sánchez Dragó cambia al
Caudillo Aznar, por el que babeaba, por Abascal y le escribe un libro de entrevistas
al tipo que pide que los buenos españoles se armen.
Lo malo no es que existan
esos partidos, sino que haya gente que los vote, y que los voten los corderos
que van a ser degollados y lamen las cuchillas de los matarifes. Sigue España,
después de tantos años que dejó atrás la dictadura, sin tener una derecha homologada y presentable
que abjure del franquismo. Esos patriotas de boquilla, envueltos en la
rojigualda, nostálgicos de su aguilucho, velan por su cortijo y convierten a
los emigrantes en los judíos del siglo XXI.
Me declaro perplejo ante
estos fichajes políticos y sus declaraciones y pido al nuevo gobierno que salga
de las urnas simple y llanamente que la apología del franquismo y partidos que
se consideren herederos del funesto dictador sean ilegalizados, cosa que ya se
tenía que haber hecho hace tiempo. Si gobierna el trío liberticida puede que me
exilie del país y hasta de la vida. La España que hiela el corazón, españolito,
estaba hibernando. Cuidado con los mordiscos de esos perros que duermen, como
advierte Juan Madrid en su última y espléndida novela, porque ya han despertado.
Vienen años oscuros.
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