CINE / MARLOWE, DE NEIL JORDAN
Regreso a las pantallas del irlandés Neil Jordan tras La viuda (2018) y lo hace reviviendo al icónico detective Philip Marlowe en Marlowe , que en el resto del mundo hispano se ha llamado Sombras de un crimen , no a través de una historia de Raymond Chandler, el padre biológico de la criatura, sino de John Bainville, o Benjamin Black, que lo resucitó en la novela La rubia de ojos negros . Tiene la película de Neil Jordan un aire de pastiche del que no acaba de librarse y una trama rocambolesca y laberíntica en donde no todo queda bien atado y el espectador se pierde. Un Philip Marlowe mortecino y crepuscular (Liam Neeson, con quien vuelve a trabajar 26 años después de que lo hiciera en Michael Collins ), que casi es lo mejor de la película (se dice a sí mismo que ya no está para esos trotes después de dar una paliza a dos sicarios), se mete en las entrañas de una familia tan rica como podrida para investigar la extraña desaparición de Nico Peterson ( François Arnaud ), novio d