DIARIO DE UN ESCRITOR
3 de julio de 2010
Bueno. Comimos la prometida paella, en Fuengirola, con Pilar, Lucía, Eva Tatiana y Alessio, mis buenos amigos y lectores que, durante la comida, comentaron mis libros. Aunque nos costó llegar, por la operación salida. Y conocí al encantador Manolo, el anfitrión, que nos obsequió con su arte culinario y lo remató con un postre doble exquisito: sorbete de limón y cava y deliciosa leche frita. “Con leche desnatada” advirtió. Y a Javier, un madrileño igualmente encantador que adora Barcelona. Corrió el vino, de Granada y de Ribera del Duero, también Lambrusco, en honor de Alessio. Corrió el vino, no sólo en las copas, sino también en el mantel, como debe ser, y en los pantalones de algunos de los comensales. Se habló de cine, de literatura, de viajes cercanos y exóticos, estos últimos capitalizados por La Reina de África. Y terminamos la jornada en una terraza junto al mar, con la promesa de un nuevo encuentro en cuanto pase el verano. Todos se fueron con regalos literarios dedicados. Manolo y Javier con La pérdida del paraíso. Pilar con Babylone Vegas. Tatiana y Alessio con La cattiva ora.
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Granada parece una ciudad devastada por alguna bomba química. Nadie por la calle. Todos recogidos en los bares, en las casas, jaleando a la selección nacional que con las debacles de Francia, Argentina, Brasil e Italia tiene opciones de ser campeón en Sudáfrica. Me siento marciano sin envolverme en la bandera rojigualda, sin pintarme la cara, sin estar delante de la pantalla del televisor viendo como los míos ganan a Paraguay.
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Granada parece una ciudad devastada por alguna bomba química. Nadie por la calle. Todos recogidos en los bares, en las casas, jaleando a la selección nacional que con las debacles de Francia, Argentina, Brasil e Italia tiene opciones de ser campeón en Sudáfrica. Me siento marciano sin envolverme en la bandera rojigualda, sin pintarme la cara, sin estar delante de la pantalla del televisor viendo como los míos ganan a Paraguay.
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Informe Semanal habla de la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer para el Nobel de la Paz. Días atrás Antonio San José entrevistó a la viuda en CNN+. Si hay alguien que merezca la santidad ese es Vicente Ferrer. Si me preguntaran en una entrevista el nombre de un héroe moderno contestaría sin dudar: Vicente Ferrer, el hombre que enseñó a pescar a miles de hindúes, a los más desfavorecidos, a los intocables.
Comentarios
Gracias por recordarlo, corredor de fondo.
besillos
silvia lázaro