SOCIEDAD / GESTOS EN LA BUENA DIRECCIÓN
Gestos en
la buena
dirección
Hablaba
días atrás de la importancia de los gestos, de cómo la forma puede modular, en
cierto sentido, el fondo del asunto. Desde que Pedro Sánchez se hizo con el
gobierno del país con la primera moción de censura que prosperó y barrió al PP
del poder por su insoportable corrupción en un gesto de higiene democrática, el
presidente socialista prodiga guiños a la población.
La
acogida de los emigrantes del Aquarius a los que el gobierno xenófobo de Italia
había dejado desamparados contrasta con los pelotazos que recibieron por parte
de la Guardia Civil los desafortunados subsaharianos que intentaban llegar a
nado a la playa del Tarajal y se ahogaron durante el gobierno del PP (bajo la
administración Trump, se recluye en jaulas de ganado a los ilegales que cruzan
Texas y se separa padres de hijos); se vuelve a la sanidad universal de la que
habían sido excluidos todos los emigrantes sin papeles; el ministro del interior
Grande-Marlaska habla de retirar las criminales concertinas (que, por cierto,
puso el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero) en las vallas de
Ceuta y Melilla; se prepara una ley para regularizar la eutanasia; se están
dando los pasos necesarios para retirar del Valle de los Caídos los restos del
dictador Francisco Franco (que yo sepa no hay ningún monumento a Hitler en
Alemania ni a Mussolini en Italia); puede que se ilegalice la Fundación
Francisco Franco (no existe la Fundación Adolf Hitler ni Benito Mussolini); es
más que probable que se retire la medalla al mérito policial al torturador
franquista Billy el Niño tras la iniciativa de recogida de firmas de Cristina
Fallarás; se va a garantizar la viabilidad de las pensiones y subirlas de
acuerdo con el IPC (como estaban antes de que llegara el gobierno del PP); se
está estudiando la supresión de todos los peajes de las autopistas en cuanto se
llegue al vencimiento de las concesiones; se desbloquean las finanzas de la
Generalitat; el gobierno tiene la intención de trasladar a los presos políticos
catalanes a Catalunya; y Pedro Sánchez y Quim Torra están ultimando reunirse
(lo que Rajoy no hizo jamás). Y todo esto dentro de los primeros diez días de
gobierno. No está nada mal el balance y el activismo desarrollado por el nuevo
ejecutivo, pero falta, y es urgente y vital, la derogación de la Ley Mordaza y
la de la Reforma Laboral (está más complicada) que introdujo el esclavismo en
nuestro país con contratos a la carta y a gusto de los empresarios.
El PP y
su homólogo Ciudadanos, el primero derrumbado y el segundo fuera de juego por
su inexplicable apoyo al PP (su sueño es ocupar su espacio y defenderá el Valle
de los Caídos si eso le da votos), hablan de que Pedro Sánchez, por mantenerse
en la Moncloa, está haciendo electoralismo de cara a su reelección cuando pasen
dos años y convoque elecciones. Pues bienvenido sea ese electoralismo si
beneficia a la ciudadanía. Yo, desde luego, no le hago ascos.
LA NOVELA NEGRA SOBRE EL
APARTHEID QUE MUERDE Y DESGARRA.
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