CINE / PARTHENOPE, DE PAOLO SORRENTINO
Quererse mucho a sí mismo puede tener efectos indeseados y eso le ocurre al italiano Paolo Sorrentino que es un confeso discípulo de Federico Fellini. Sus películas son barrocas, oníricas, nostálgicas y decadentes. El director de La gran belleza y de La juventud profesa un indisimulado amor por la belleza femenina, por los cuerpos de mujer en su máxima exaltación sensual y perfección. En La juventud Michael Caine y Harvey Keitel quedaban paralizados en el balneario ante la deslumbrante presencia de la rumana Madalina Diana Ghenea, miss Universo además de modelo. En Parthenope , que se presenta como un homenaje a la ciudad de Nápoles, el director se rinde a la extraordinaria fotogenia de su protagonista femenina, la actriz Celeste Dalla Porta de la que la cámara y el director se enamoran perdidamente. Por un momento uno tiene la sensación de estar viendo 10, la mujer perfecta , con una Bo Dereck mediterránea. Sorrentino sigue la vida de Parthenope, que toma el nombre de una mit...