LITERATURA / PAGA O MUERE, DE SALVADOR ROBLES MIRAS
Si tuviera
que escoger una sola frase de la novela Paga o muere, seguramente me decantaría
por esta: Sin dignidad no se puede vivir. Todo un leit motiv de
este escritor, periodista, colaborador habitual de EITB y Tele 7 que es
Salvador Robles Miras que convierte los dilemas morales en obras literarias que
obligan al lector a reflexionar y posicionarse.
Sigue
empeñado el escritor nacido en Murcia, pero que lleva más de cincuenta años
viviendo en el País Vasco, en echar algo de luz sobre ese largo invierno de
horror y muerte que protagonizó la banda terrorista ETA que consiguió
secuestrar, mediante el terror y la extorsión, a toda una población, y lo hace
con una novela valiente y brillante, Paga o muere, que es un calidoscopio
literario y social de la situación que se vivió en Euskal Herria en los años
ochenta, los peores y más sanguinarios, los denominados años de plomo por la cantidad de
muertos que ETA iba poniendo sobre la mesa para hacer doblar la rodilla al
estado de derecho y a la democracia.
Hilario
Goiriena, un reputado empresario vasco — Goiriena es simpatizante del PNV,
se trata de uno de los mejores empresarios que tenemos en nuestro país, sino el
mejor, y, además, es muy apreciado por los centenares de empleados que trabajan
en su cadena internacional de hoteles y restaurantes.—, se niega a pagar la
extorsión a la que le pretende someter ETA y airea su negativa en una
multitudinaria rueda de prensa: “Con mi dinero no financiaré los próximos
asesinatos de la banda terrorista” declara ante los reporteros. ETA decide
secuestrarlo para darle un escarmiento y evitar que su ejemplo rebelde cunda en
la clase empresarial. — Si ese bravucón no recibe lo que se merece, su
ejemplo de rebeldía y arrojo calará entre muchos de sus homólogos, los grandes
y los pequeños, y nos resultará cada vez más difícil financiarnos a través del
impuesto revolucionario. — Los hechos tienen lugar a finales de 1986. La
mujer y los dos hijos del empresario se verán inmersos en un terrible dilema:
salvar la vida de Hilario o salvar su dignidad: Si lo recuperamos mediante
el pago de un rescate, lo habríamos perdido de otra manera. Dejaría de ser la
persona que conocemos por siempre jamás. Lo habríamos desacreditado ante la
opinión pública, el peor agravio que podemos cometer con el ser al que amamos.
Salvador
Robles Miras mete personajes reales en su narración, fácilmente identificables
a pesar de que cambie sus nombres. La Tigresa, la etarra que destacaba por su
belleza y promiscuidad, es la jefa del talde que perpetra el secuestro —
La Leona y sus dos hombres estaremos al tanto de los detalles del secuestro. —,
la responsable de la ekintza. El general de la guardia civil Rodríguez
Galindo tiene un papel en la trama— Había que rendirse a la evidencia: o los
etarras cometían un error de bulto en el último momento o el glorioso apelativo,
el Cid Campeador, con el que la opinión pública honraba a Rodrigo Enríquez
empezaría a perder algunas de sus letras, acaso todas ellas. — y también sus
métodos expeditivos fuera de la legalidad: Les hemos apretado las tuercas a base de bien,
o sea, al estilo Intxaurrondo, y nada de nada. Y le aseguro que esos sujetos,
en cuanto les tapas los ojos para que no sepan por dónde les van a venir las
hostias o el ahogamiento simulado en el barreño de agua, cantan todas las
canciones de su repertorio, incluso se mean y defecan en los pantalones.
Salvador
Robles Miras carga contra los políticos tibios que en esos momentos desgarradores
miraban hacia otro lado mientras ETA extorsionaba o asesinaba — Sin
cobertura política, el terrorismo tendría los días contados en nuestro país.—;
los dirigentes de Herri Batasuna, tan unidos a la banda asesina que dejaban que
esta tomara la iniciativa — Eres un dirigente de Herri Batasuna, actúa como
tal; estoy segura, porque te conozco, de que no te metiste en política para dar
cobertura legal a las tropelías cometidas por una banda de asesinos. Sé que
abogas de buena fe por la independencia de Euskadi, hazlo persuadiendo a la gente,
no apoyándote en un grupo de desalmados a los que les importa un pito la vida.—;
contra determinadas personalidades de la jerarquía eclesiástica, como el obispo
de San Sebastián, monseñor Setién, que no condenaba las acciones de la banda —
El obispo, hasta la fecha, se había caracterizado por mantener una posición
ambigua sobre el cacareado conflicto vasco, midiendo muy bien sus palabras cada
vez que le interpelaban sobre alguno de los atentados cometidos por la banda. —;
la corrupción del lenguaje y la doble vara de medir —¿Por qué Herri Batasuna
considera asesinatos los atentados mortales del GAL y, en cambio, habla
de víctimas del conflicto vasco cuando se refiere a los muertos por ETA?
— y la cobardía de una sociedad achantada ante unos matones: En esos
niveles tan bajos de cobardía y moralidad se mueve una buena parte de nuestro pueblo.
Un pueblo al que, aquí y ahora, me avergüenza pertenecer.
El
discurso moral de Paga o muere está construido de forma impecable,
imbricado en la narración coral de los hechos. ¿Acaso se puede conseguir el
bienestar de unos compatriotas causando el malestar irreversible de otros
muchos? Salvador Robles Miras da voz a todos los actores intervinientes en una
tragedia griega que apenas da respiro para algún apunte cómico —… un
gallinero en el que media docena de gallinas ponían unos hermosos huevos que
conferían un toque vasco a las tortillas españolas. —. La novela es un
alegato valiente y veraz contra esa lacra que sacudió durante décadas la
sociedad vasca y española: Llamemos a las cosas por su nombre, Ainhoa. Los
asesinatos no son acciones, son asesinatos.
Paga
o muere
es una novela de tesis que el autor construye alrededor de solidos valores
morales y la dignidad individual de un hombre, Hilario Goiriena, fiel a sus
principios: Ahora bien, disiento de los que aseguran que la vida está por
encima de todo. No es cierto. La vida sin dignidad no merece la pena ser
vivida. ETA, finalmente, fue derrotada por la democracia, forma parte de esa
historia reciente que no se debe olvidar.
Con "El final feliz" se cierra una pentalogía de novelas alrededor de ETA formada por "La caraqueña del Maní", "Tu corazón, Idoia", "Cazadores en la nieve" y "El bosque sin limites". Un retrato del Bilbao de la década de los 80, los años de plomo, a través de la historia de Iñaki, un joven vasco al que todo se le vuelve en contra en un determinado momento de su vida en que no ve ninguna luz al final del túnel. Premio de novela Ciudad de Alcorcón.
VISIONE EL DOCUMENTAL "LOS AÑOS DE PLOMO" (23.000 REPRODUCCIONES) SOBRE EL NACIMIENTO Y FINAL DE ETA
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