LITERATURA
LA MUJER QUE NO BAJÓ
DEL AVIÓN
Empar Fernández
Editorial Versátil, 2014, 269 pgs.
¿Quién
no se ha preguntado, en un aeropuerto, a quién debe pertenecer esa maleta que
da vueltas una y otra vez en la cinta y nadie recoge? ¿Quién no ha estado
tentado alguna vez de llevarse esa maleta olvidada? Pues eso hace el
protagonista de esta novela, Álex Bernal, tras una desastrosa estancia en Roma,
hacerse con esa maleta olvidada en el aeropuerto de Barcelona y vivir una
existencia paralela guiado por el misterioso diario que contiene ésta. Y de ese
modo la atormentada Sara Suárez, la mujer que no bajó del avión, aquejada por
el sentimiento de culpa, se confiesa ante un desconocido y le explica una serie
de situaciones límites que atañen a su vida personal y a sus seres más
queridos, y Álex, el personaje gris, que se aloja con su hermano, que encuentra
un trabajo precario en una pizzería, vive como si fuera propia esa historia que
ha robado y que está en la maleta misteriosa. Dos novelas al precio de una tras
este título hitchcokniano, y una de
ellas, la de Sara Suárez, que, lentamente, va seduciendo a Álex Bernal hasta el
punto que la máxima ilusión de su vida mediocre es acabar de trabajar para
seguir leyendo ese diario de una desconocida con la que no se cruzará jamás
sino a través de esas confesiones íntimas. Podemos hablar de un proceso de vampirización de Álex Bernal, que a mí,
en particular es lo que más me gusta de la novela, por parte de la misteriosa y
enigmática mujer Sara Suárez que viajaba en el avión con él, que se sentaba en
el asiento de detrás, y de la que el protagonista tiene un recuerdo vago. Siga leyendo en EL COTIDIANO
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