Suárez,
el hombre que supo dimitir
Ahora
que todos glosan la figura de Suárez,
hasta los que fueron sus enemigos más acérrimos, el Alfonso Guerra que lo tildaba de tahúr del Mississippi, pocos ponen el acento en que ese político,
que se caracterizó por su bonhomía, oxímoron de político, fue una rara avis que
dimitió en un par de ocasiones: una poco antes del 23 F, para impedir que los
militares que le tenían ganas dieran una asonada, cosa que no evitó (ahora
sabemos que, como buen profesional, se preparó para ese momento, para el del
golpe de estado, porque un presidente democráticamente elegido no podía echarse
al suelo ante la pistola de un golpista); y otra cuando fracasó con su segundo
invento político, el Centro Democrático Social. siga leyendo en EL COTIDIANO
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