SOCIEDAD
CUANDO LA DISTOPÍA
YA ES PRESENTE
El
año pasado publiqué una novela, Ciudad en
llamas (Neverland, 2013), que, sin ser yo muy consciente de ello cuando la
estaba escribiendo, está dando mucho juego. Se trata de una distopía, lo
contrario a utopía, bajo la apariencia de una novela negra futurista, que lo
es. En todos los foros en donde se presentó el libro (Barcelona, Getafe Negro y
Noviembre Negro), todo el mundo, incluido el autor, cayeron en la cuenta de que
lo que se narraba en esas algo más de doscientas páginas, sucesos terribles que
pudieran ser tomados como hiperbólicos, no es el futuro sino el rabioso
presente ya. A mi pesar.
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