CINE
Mr. Turner, de Mike Leigh
Asombra la
versatilidad y el rigor de los realizadores británicos a la hora de acometer
trabajos teóricamente fuera de su línea cinematográfica, su capacidad de
adaptación a mundos ajenos y su rigor absoluto en la ejecución de su trabajo.
Estamos acostumbrados a un Mike Leigh
de temática social—el de Secretos y
mentiras y Todo o nada—,
retratista de la clase obrera británica, al estilo de Ken Loach, sin su exceso de pátina política, o de Stephen Frears; pues bien, como éste
último en Las amistades peligrosas,
es capaz de ponerse en un film de época y conseguir una obra cinematográfica
impecable de principio a fin, bordar un trabajo de filigrana.
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