SOCIEDAD / LA INTOLERANCIA
Bajo el paraguas de la intolerancia y el fanatismo se han cometido los mayores crímenes de la historia de la humanidad. En nombre de las ideologías totalitarias, fascismo y estalinismo, han sido sacrificados millones de seres humanos. En nombre de las religiones, el cristianismo y el islam fundamentalmente, se han pasado a cuchillo a los “infieles”. En miles de años de historia los avances tecnológicos espectaculares no han tenido correlación con nuestra forma de ser. La violencia estalla cuando fracasa la palabra.
Teníamos
la sensación, falsa, porque la noticia ahora es la invasión de Ucrania, de que
el yihadismo había bajado la guardia, que derrotado a sangre y fuego el Estado
Islámico, un ente del horror y el miedo, y asesinado hace unos días el líder de
Al Qaeda Aiman al Zawahiri, los yihadistas habían perdido fuelle. Nos
equivocamos. Miles de lobos solitarios esperan pacientemente entre nosotros la
ocasión para actuar y a diario se frustran atentados.
Un
descerebrado llamado Hadi Matar (su apellido debería haber alertado) ha
intentado cumplir la fatua contra Salman Rushdie que en su día lanzó el régimen
iraní hace 33 años. En ese interregno, han sido asesinados algunos de los
editores de sus Versos satánicos en
Japón y Noruega, han sufrido atentados sangrientos los traductores del libro,
han muerto decenas de personas en manifestaciones de protesta mientras el escritor británico tenía que
desaparecer como un proscrito y llevar una vida de clandestinidad absoluta como
si fuera un criminal.
Salman
Rushdie se relajó y ofreció una conferencia en el condado de Chautuqua, en el
estado de Nueva York, y ese sicario religioso, que no habrá leído los Versos satánicos y seguramente ningún
libro, ha intentado cumplir la fatua dictada por el ayatolá Jomeini y ha sido
felicitado por un diario conservador iraní.
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