LITERATURA / EL LEÑADOR, DE MARIANO SÁNCHEZ SOLER
Mariano Sánchez Soler (Alicante,
1954) vuelve a la ficción con El leñador después de doce años ausente de
ella y un periodo volcado en ensayos y estudios sobre el franquismo y sus
corruptelas, una transición que no fue tan modélica y el auge de la extrema
derecha.
Periodista de
investigación de raza (Cambio 16, Tiempo, Triunfo, El Periódico), de los que ya
no quedan, con múltiples reconocimientos en su haber (Bruma negra, Castelló Negre,
Black Mountain Bossòst, Rodolfo Walsh, Francisco García Pavón y L’H Confidencial),
este alicantino comprometido socialmente nos ofrece con El leñador una
novela metaliteraria en donde la autoficción y la realidad van de la mano, se
alternan en sus páginas.
Un periodista retirado de
la vieja escuela es presionado por su editor para que escriba una novela
policiaca, El leñador, y ello le da pie al autor para hablar de su larga
carrera como periodista de sucesos y para armar una trama alrededor del brutal
asesinato a hachazos del alcalde de una pequeña población mediterránea, caso
que es investigado por un viejo sabueso de la policía llamado Pulido que tiene
rasgos del periodista protagonista y del propio autor.
Casos reales de crimen y
corrupción de la España en los últimos 50 años se rastrean a lo largo de las
poco más de doscientas páginas de la novela escrita sin alharacas, con frases
precisas, en donde ficción y realidad se solapan constantemente. Acaba el autor de Festín de tiburones,
Lejos de Orán, Para matar y Nuestra propia sangre con una
frase cortante: El leñador soy yo, porque corto palabras a golpe de hacha.
Le animamos a que afile el hacha y siga cortando los árboles que no nos dejan
ver el bosque.
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