CINE / ARTHUR RAMBO, DE LAURENT CANTET

 


Era Laurent Cantet (Melle, 1961-París, 2024) un director con un bagaje de films muy interesantes en su haber (La clase, Recursos humanos, 7 días en La Habana, uno de los mejores, El empleo del tiempo, Regreso a Ítaca) con lo que el argumento de este film relacionado con el mundo literario —Karim D. (Rabah Nait Oufella), un youtuber de raíces argelinas que tiene miles de seguidores en las redes, tras una entrevista de máxima audiencia en televisión por parte de la periodista Eva Louise (Zineb Triki), acaricia el éxito con su libro El desembarco que acaba de publicar y en el que narra la vida de su madre (Malika Zerrouki)—, la huella en Internet—Karim D., en su pasado reciente, era también Arthur Rambo (guiño al poeta Arthur Rimbaud y al personaje interpretado pro Sylvester Stallone), un tuitero gamberro y políticamente incorrecto que bombardeaba las redes con mensajes de odio, guiños al terrorismo islamista, mensajes antisemitas, bromas de pésimo gusto  y homofobia— que le pasa factura cuando se descubre esa dicotomía y la editorial que confía en él se lo recrimina por los intereses de la edición, era muy atractivo.


Arthur Rambo está inspirado libremente en la historia de Mehdi Meklat, escritor, realizador, bloguero y cronista francés que saltó a la fama por sus tuits racistas, antisemitas, homófobos y misóginos. Una vez más el cine francés pone el acento en el conflicto que existe entre los franceses puros y los hijos de los emigrantes de segunda generación, habitantes de las banlieues, que no acaban de sentirse franceses de pleno derecho porque la xenofobia es uno de los problemas endémicos del país vecino. El propio Karim D., que ha nacido y vive en un gueto de esas características, con su madre y su hermano Driss (Chouaib Arif), pidiendo perdón por las redes a los que se hayan sentido ofendidos por las barbaridades que decía por boca de su alter ego Arthur Rambo, es criticado por sus allegados del barrio por doblegarse ante lo políticamente correcto, y por los que se escandalizan con sus mensajes de odio en redes como su novia Léa (Sarah Henochsberg).


La película bascula entre dos temas punzantes, la integración social que parece acariciar el protagonista, pero frustra cuando se descubre su doble personalidad, y el pasado que pasa factura al presente (la huella de Internet que no se puede borrar), y de ello tenemos numerosos ejemplos. Pero el film de Laurent Cantet no acaba de funcionar, a pesar de su interesante temática, entre otras cosas por unos actores cuyas interpretaciones resultan planas, no emocionan, entre ellas de su protagonista, y un desenlace brusco, demasiado abierto, y es una pena. La película está disponible en RTVE Play. 


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