CINE / FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN
63 edición del Festival de San
Sebastián. Los palmarés
No es habitual que acierte en mis predicciones,
pero, por una vez en mi vida, me acerco bastante al veredicto del jurado en
esta 63 edición del Festival de San Sebastián.
Cuando vi Sparrows
del islandés Rúnar Rúnarsson, aparte
de replantearme un futuro viaje a Islandia, me di cuenta de que esa película
tenía muchas posibilidades: estaba bien realizada, los intérpretes eran
magníficos y emocionaba. Cuando vi el resto de las películas que iban a competición,
lo tuve claro. La islandesa no tenía rival de consideración salvo Truman. Y el mismo criterio ha tenido el
jurado.
Cuando vi Truman
tuve muy claro que Ricardo Darín se
iba a llevar el premio a lo mejor interpretación, lo que no sospechaba es que
lo obtendría ex aequo con Javier Cámara,
pero sí, en justicia los dos se lo merecían. Nada que objetar. Truman, además, es una película
excelente que va a gustar mucho cuando se estrene. Y el premio Feroz que ha
ganado es de justicia. Sparrows es mucho menos comercial, más
árida. Cuestiones climáticas.
Me sorprende, aunque no le quitó méritos, porque su
interpretación es excelente, la Concha de Plata a la mejor interpretación
femenina a la cubana Yordanka Ariosa
por El rey de la Habana de Agustí Villaronga. Estaba convencido de
que se lo llevaría Julianne Moore
por su papel de enferma terminal, pero luchadora, en Freeheld. Me falló la intuición, aunque me alegro de que ese premio
haya recaído en una actriz de habla hispana.
Evolution, de Lucile
Hadzihalilovic, ha obtenido el premio especial del jurado. Yo preveía que
ganaría la Concha de Plata a la mejor dirección. La película rodada en la isla
de Lanzarote, con niños embarazados y una corte de mujeres asexuadas y sin
sentimientos, merecía un mayor reconocimiento. Ha sido quizá la película más
rompedora del certamen. También ha obtenido el premio, merecidísimo, a la mejor
fotografía.
No entiendo que Joachim
Lafosse haya obtenido la Concha de Plata al mejor director por Les chevaliers blancs, una película muy
plana, sin momentos emotivos, una simple recreación de un acontecimiento. Más
brillante era la realización de Agustí
Villaronga en El rey de La Habana.
En desacuerdo total con el premio al mejor guión a
los hermanos Larrieu por sus 21 nuits avec Pattie, un despropósito de
historia según avanza la película.
No puedo hablar del premio Nuevos Directores que se
ha llevado Rudi Rosemberg por Le nouveau, porque no la he visto. ¿Es
mejor que After Eden, la película
canadiense de Hans Christian Berger?
Que El apóstata
haya obtenido una mención del jurado, me deja muy consternado. Los atractivos
de la película de Federico Veiroj
son nulos y su personaje principal insufrible. El premio Irizar al cine vasco a
Amama es lógico, pero el film es un
corto alargado y no sé si se estrenará fuera de Euskadi porque su interés es
muy limitado, cosa que no ocurría con Loreak
el año pasado. Mejor era Pikadero,
aunque la dirigiera un británico.
Mi valoración es que los premios han sido bastante
justos en su mayoría, pero no había mucho entre lo que elegir. La lucha estaba
entre cuatro películas: Sparrows, Truman, Evolution y El rey de La
Habana. Son las que más me han gustado. Y las cuatro han sido distinguidas.
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