CINE / MI GRAN NOCHE

MI GRAN NOCHE
Álex de la Iglesia
No decepciona Álex de la Iglesia en su disparatada y divertidísima Mi gran noche, su película con Raphael, que va a concurso al Festival de San Sebastián y que creo será el taquillazo de la temporada, la que salve los números del cine español. Podrá gustar más o menos el cantante de Martos, Jaén, símbolo de una época, pero hay que rendirse ante él por haber sido capaz de reírse de sí mismo, algo que le honra más allá de sus condiciones vocales y el haberse mantenido sobre los escenarios de forma incombustible durante tantísimos años.
Alex de la Iglesia urde un divertidísimo espectáculo pirotécnico que mantiene una cota muy alta durante toda la proyección, y eso requiere un esfuerzo tremendo y un dominio de la narrativa increíble. Un tipo en paro, con la cara de Pepón Nieto, es contratado in extremis para suplir al figurante de la grabación de una noche de fin de año que ha sido aplastado por una grúa. A partir de allí se inicia el fenomenal y descacharrante espectáculo rodado con toda clase de medios que Alex de la Iglesia domina con férreo control.
Mi gran noche es una película compleja de montar, pero funciona como un mecanismo perfectamente engrasado. Los diálogos son chispeantes, enlazan un chiste bueno con otro mejor. El elenco de actores, en el que prácticamente están todos los del cine español como Hugo Silva y Carolina Bang, como presentadores de la gala en eterna competición y matrimonio mal avenido;  Terele Pávez como madre loca de Pepón Nieto, Mario Casas como el cantante sudamericano Adanne, Carmen Machi como regidora lesbiana y Santiago Segura como dueño corrupto de la cadena, actúan en estado de gracia absoluta a las órdenes del director bilbaíno.  La coreografía es apabullante, con mamachichos de por medio, y la banda sonora del mexicano/mallorquín Joan Valent es potente. Destacan  de entre el coro, personajes que son todo un acierto como Yuri, al que Carlos Areces pone cara, el hijo ruso de Alphonse que siempre se está rascando; o el psicópata killer  fan del cantante Alphonse (Raphael) que se sabe sus canciones de memoria e interpreta también Hugo Silva.

La comedia disparatada de Alex de la Iglesia rinde homenaje a otro disparate cinematográfico de otro director: El guateque de Blake Edwards y al cine coral de Luis García Berlanga. Aquí el gafe no es Pepón Nieto sino todo aquel que se cruza con la figurante protagonizada por una chispeante Blanca Suárez, que tiene una historia de amor imposible con él en directo. Un final con espuma de jabón incluido, pero sin elefante. Espectáculo total que asegura diversión completa.

 Publicado en Tarántula y Entretanto Magazine

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