SOCIEDAD
QUOSQUE TANDEM ABUTERE,
MARIANO, PATIENTIA NOSTRA?
En
estos momentos quien, por ahora, es el presidente de la nación es un boxeador
tocado que se tambalea en el ring y trata de aguantar, cogido con fuerza a las
cuerdas, que suene la campana que le salve del K.O. Las cuerdas del ring tienen
la forma del mes de agosto y Rajoy ciñe su estrategia en la demora en dar
explicaciones creíbles sobre el escándalo que sacude como un tsunami su partido.
Quizá antes de que comparezca, si lo llega a hacer, suceda un cataclismo que le
libre de hacerlo.
Nunca
vi en la cara de Mariano Rajoy un exceso de felicidad cuando ganó las
elecciones tras la estampida de Zapatero sino de susto. Seguramente barruntaba
lo que se le venía encima. A lo largo de su mandato, con el incumplimiento
sistemático de su programa para no ser intervenido ─ y
no lo hemos sido porque estamos intervenidos de facto ─ y las desastrosas cifras
socioeconómicas de nuestro país ─ crecimiento
del paro; recorte de prestaciones; subida de impuestos; descontento social generalizado ─ ha hecho bueno el desastre de los dos últimos
años de mandato de su predecesor.
Rajoy,
si la memoria no me falla, ponía meses atrás la mano en el fuego por Bárcenas,
el tesorero al que entonces sí nombraba y dejó de nombrar, por ensalmo, cuando
las cosas se complicaron como si omitiendo el nombre dejara de ser su problema.
Ahora los que ponen la mano en el fuego por él son sus ministros, que cierran
filas sobre la bestia alanceada, y algunos barones, mientras otros no la ponen
(Esperanza Aguirre) o la ponen con escaso entusiasmo (Monago, la gran esperanza
blanca del PP).
La
estrategia del partido negando las fotocopias, porque eran simples fotocopias seguramente manipuladas, y de algunos de sus
medios afines ─ La Razón y ABC ─ fue, desde el principio, errónea y
paulatinamente desmontada por los hechos. Se cumplía el Piensa mal y acertarás. Del Bárcenas inocente se pasó al Bárcenas
delincuente; delincuente, que ellos olvidan con frecuencia y Rubalcaba se lo
recuerda, del PP, de su absoluta confianza durante veinte años largos y que
parece, cuando se ve abocado a prisión y no suficientemente arropado por los
suyos, decidido a decir todo lo que sabe y hará temblar a la cúpula de su
partido de pies a cabeza.
Rajoy
tiene muchos problemas acumulados. Uno es Bárcenas, al que sigue sin nombrar ni
tildar de delincuente, como sí hacen otros miembros del partido limpios de
polvo y paja que no se sienten chantajeados; y el otro es el correoso
periodista Pedro J. Ramírez que parece tenérsela jurada y le ha dado la
puntilla con los originales, presentados al juez instructor, de las famosos
fotocopias que el PP despreciaba. El director de El Mundo, que parece encantado
de haberse conocido, se puede jactar de representar al cuarto poder y derribar
gobiernos: ya lo hizo con Felipe González, en su agónico fin de mandato,
proporcionando munición mediática a Aznar. Estamos ante un guion parecido
El
silencio del presidente de la nación, que no habla, y quizá no oiga, un
sordomudo que tampoco entiende el lenguaje de los gestos, no hace más que
acrecentar las sospechas cada vez más fundadas sobre su culpabilidad. Quien calla, otorga, le dijo Rubalcaba a
los suyos echando mano de nuestro sabio refranero. Las anotaciones minuciosas
del tesorero abandonado por los suyos datan de años atrás, de cuando gobernaba
José María Aznar y la trama Gurtel campaba tan a sus anchas que le hacía
regalos millonarios al entonces presidente del gobierno que tenía ínfulas
imperiales. Las anotaciones que figuran en esas hojas manuscritas ─ en su torpeza
el PP les restó validez por estar manuscritas y no mecanografiadas, y luego
presentó su contabilidad A que a nadie interesaba y nada probaba─ que detallan sobresueldos al margen de la
contabilidad oficial del PP y que presuntamente recibieron los ministros de
Aznar, y especialmente Rajoy, y que Bárcenas afirma les llegaban en metálico en
cajas de puros, no pueden ser un montaje, porque no están escritas de una
tacada, como aventuraron los populares y sus voceros mediáticos, ni ser fruto
de una posible venganza del tesorero, salvo hallarnos inmersos en un relato de
ciencia-ficción, que diez años atrás no podía suponer que iba a encontrarse en
la tesitura de ir a parar con sus huesos a la cárcel de Soto del Real ─ en
donde ha hecho tan buenos amigos como hicieran, en sus prisiones respectivas, Mario
Conde o Javier de La Rosa ─, con lo que lo urgente es dilucidar la procedencia y el fin de esas
partidas dinerarias. Pensando mal, todo hace sospechar que las cifras manuscritas
de los cuadernos de Bárcenas responden a pagos efectuados por las empresas constructoras,
seguramente de sus fondos opacos, que se ingresaban en las arcas, también
opacas, del partido a cambio de adjudicaciones de obra pública. La gravedad del
caso, al margen del origen de la fortuna amasada por Bárcenas y que se
encuentra repartida en todos los paraísos fiscales existentes ─ también
se sospecha sobre la titularidad de dichas cuentas y quizá nos llevemos pronto
algunas sorpresas cuando conocidos políticos sean desenmascarados ─,
puede explicar el desangre económico de nuestro país en los últimos años.
Cientos, quizá miles, de millones de euros se evadieron para no pagar
impuestos, fueron metidos en cajas de puros para untar políticos y fomentaron
un montón de obras públicas onerosas e inútiles para que los donantes de los
sobornos se lucraran con cargo al dinero de todos los españoles. Todo
presuntamente, claro.
Ética
y estéticamente, al margen de la comisión de posibles delitos por parte de
altos dirigentes, el paquebote PP, con su capitán ausente del puente de mando Mariano
Rajoy, está tocado en su línea de flotación, pero todos los oficiales se
mantienen unidos y ninguno se lanza a los botes porque no hay botes suficientes
o estos van a ir tan sobrecargados que se hundirán nada más toquen agua.
También puede producirse un motín entre la marinería honrada que eche a la
oficialidad por la borda y con ello consiga que el barco no zozobre.
A
bote pronto se me ocurre un consejo urgente antes de que el partido de la
derecha española se desmorone en su caída a tumba abierta. Que Rajoy dimita,
desde luego, cosa que no hará porque sería reconocer que ha sido corrupto, y si
no lo ha sido ha demostrado ser un inepto total al mantener como tesorero a un delincuente
que les ha estado robando durante veinte años, y que pongan a otro en su lugar
que esté limpio. O que se convoquen, de inmediato, elecciones generales
anticipadas, que tampoco van a hacer porque sería perderlas con el descredito
que han ido acumulando en la pésima gestión de esta crisis. Arropados por su
mayoría absoluta pueden capear el temporal durante el resto de legislatura,
pero la nave llegará desarbolada a puerto y tendrá que ser reparada durante un
largo periodo en dique seco.
¿Aguantará
Rajoy ese pim-pam-pum mediático y diario que le espera? ¿Presentará la baja médica
para no acudir a los plenos del parlamento en donde la van a preguntar ad nauseam por los sobres? ¿Mantendrá a
su alrededor un cordón de seguridad para que los periodistas no se le acerquen
y le machaquen a preguntas sobre lo mismo? ¿Se recluirá en la Moncloa,
aduciendo agorafobia, porque cada vez que salga se va a encontrar con algún
colectivo que le va a abochornar con sus exigencias de saber la verdad? Nada de
eso. Dejará pasar el tiempo hasta que, en el seno del PP, y ya hay quien le
tiene ganas, se produzca un golpe de estado y lo defenestren.
En
este país de pandereta, tan agradable para vivir pero tan escasamente serio, y
en el que unos pocos viven a todo trapo, nadie dimite. Dimite no es un nombre ruso,
leí en una ingenioso grafiti. Somos un país hijo de la picaresca que tan
gloriosas obras literarias dio durante el Barroco y que aplaude al listo que se
salta las leyes a la torera ─ el
PP sigue siendo votado en Valencia a pesar de sus escándalos clamorosos, quizá por ellos─ pero que empieza a no tolerarlos cuando se
queda sin trabajo, sin prestaciones y sin casa y hace cola en los comedores
sociales, lo que da poco margen para risas. Por el 1% de lo que está pasando aquí
habrían caído gobiernos enteros en otras latitudes más serias y frías de
Europa. Cuando leo epítetos como república bananera aplicado a países caribeños
pienso en la monarquía bananera ─ institución tocada de muerte ─ que estamos
sufriendo y de la que deberíamos avergonzarnos.
La
suerte de Rajoy está echada porque el perro de caza lo tiene cogido por la pata
y no va abrir su mandíbula, con lo que su agonía será lenta y dolorosa. El presidente
no tiene ética política ni es un patricio romano para abrirse las venas en la
bañera de su casa y morir con elegancia. Su futuro, francamente, me importa un
bledo. Pero lo que sí me importa es el descrédito de la democracia, que tanta
sangre, sudor y lágrimas costó traer a nuestro país, por conductas políticas
como las del actual presidente que carece de la dignidad mínima para ejercer su
cargo.
Comentarios
SE PREVEEN MEJORES VIENTOS MUNDIALES, A RAIZ DEL ACTUAR DE UN PAIS QUE HA PADECIDO GOBERNANTES PEORES, DESTRUCCION, DESINTEGRACION Y MAS, CREO YO!!
República bananera sería acertado, a no ser que tenemos una monarquía putrefacta y en descrédito , no ajenos a escándalos similares al de Bárcenas. Son tiempos de cambio y de Unión del pueblo para luchar contra la injusticia que nos acecha día a día , no esperemos más por que será demasiado tarde. El camarero que lee a Thomas mann
¿A quien..?
No recuerdo... :-(
.
Y por lo mismo
esto que se llama democracia en españa
no es mas que un palido reflejo
de eso que seria la democracia si lo fuera..