SOCIEDAD
LA LEY DEL TALIÓN
Una
de las pocas cosas de las que puedo vanagloriarme a través de mi larga vida
periodística es la de haber colaborado, con mis escritos en prensa y revistas, a
que un condenado español en el corredor de la muerte de Estados Unidos, Joaquín
José Martínez, saliera libre. Mi pequeño grano de arena se sumó al de muchos
otros y formó playa.
El
juicio contra Joaquín José Martínez estuvo plagado de irregularidades y su
abogado de oficio era infame, no presentó pruebas a su favor y dormitaba en
medio de las sesiones. Martínez, de madre ecuatoriana y padre español,
residente en Florida, fue condenado por la muerte de una pareja de
narcotraficantes con un solo testimonio en su contra, la de su despechada
esposa que dijo haber escuchado en una conversación telefónica que su marido
había cometido ese crimen. Joaquín José Martínez tuvo la suerte de tener unos
padres tenaces, que removieron cielo y tierra para salvar la vida de su hijo — por desgracia el padre murió atropellado
poco después de conseguir tener a Joaquín José a su lado — y el
apoyo de una serie de personas, entre otras un grupo de diputados del
parlamento español que se desplazó a la cárcel de Tampa, que consiguieron
forzar la celebración de un nuevo juicio que lo exculpó de todos los cargos.
Comentarios
I will be sure to bookmark it and come back to read
extra of your helpful info. Thank you for the post. I will definitely return.
Feel free to surf to my weblog :: vakantiehuisjes frankrijk ()