LITERATURA / EL QUID. ENTREVISTA DE ÁLVARO BERMEJO A PROPOSITO DE LA PÉRDIDA DEL PARAÍSO

 

EL QUID ¿?                                             

JOSÉ LUIS MUÑOZ     escritor

Del Azorín al Café Gijón, José Luis Muñoz empareja cada una de sus novelas con un premio. Nunca, sin embargo, se había atrevido con una trilogía a la medida de las tres carabelas. Con “La pérdida del Paraíso”, Planeta lo ha lanzado al descubrimiento de América. “Guanahaní” es su primera entrega.

Me interesan más los diarios de Colón por lo que ocultan que por lo que muestran”

 

 

ALVARO BERMEJO

   ¿Qué le decidió a embarcarse en una trilogía rumbo al primer descubrimiento de América?

     Me fascinaba el desafío de novelar el viaje más apasionante de la historia. “La pérdida del Paraíso” ha supuesto para mí una traslación en el tiempo y en el espacio, en cierto modo me he embarcado en la expedición de Colón y he descubierto muchas cosas novedosas sobre el hecho.

     En esta navegación literaria, ¿sabía que llegaría a buen puerto o hubo noches en las que temió el naufragio?

     La redacción del primer capítulo fue un martirio. Estuve semanas dudando en que persona escribirlo, y hasta que no encontré el tono preciso no arrancó. 

 


   
La historia que cuenta, ¿hasta qué punto es fiel a la realidad?

     En los diarios de Colón, que me han interesado más por lo que ocultan que por lo que muestran, hay muchas lagunas voluntarias que he reinventado. Se secuestraron indígenas para exhibirlos como animales de feria ante los Reyes Católicos y la Santa María naufragó después de una formidable borrachera.

     En realidad ¿Colón quería descubrir el camino más corto hasta Cipango o anhelaba todavía más encontrar el Paraíso?

     Sí, aquellas tierras debieron de ser el Paraíso para los castellanos por su exuberancia y su belleza. El paraíso de Colón era de otra índole. Colón se creía sinceramente predeterminado, aunque también ansiaba salir de su mediocridad y convertirse en hidalgo.

 


  
Su trilogía comienza con la llegada de las tres carabelas a Guanahaní. ¿No le aterraba contar, una vez más, esa escena tantas veces contada?

     He pretendido que ese momento,  el de Colón pisando la primera playa del Nuevo Mundo, estuviera dotado de épica. Y he deslizado sobre ese instante la mirada de Marín de Urtubia, que es el testigo del acontecimiento e intuye su importancia histórica…pese a que él iba a quedar fuera de los libros de historia.

     Las tripulaciones se completaron con convictos. ¿Estaba escrito que la estirpe de Caín iba a ser la primera en hollar el Paraíso?

      Resultó inevitable. Hay un personaje, el excapitán Juan de la Plaza, que simboliza ese lado oscuro de la humanidad.



 
 No obstante, frente a los españoles que llevan al Paraíso los siete pecados capitales, opone a otros, como Urtubia.
 

      Si. Urtubia es el poeta que representa el lado luminoso de la conducta humana. Me interesaba introducir a ese personaje porque me iba a permitir confidencias de Colón y porque iba a ser puente entre España y el Nuevo Mundo.

      ¿Aquello fue un choque de culturas o más bien el descubrimiento de un nuevo planeta donde los europeos eran recibidos como dioses?

      Las culturas chocaron y triunfó la del más fuerte. Lo fascinante es que Colón encontró aquello sin buscarlo: hay un náufrago, en la isla de Madeira, que le habla de esas tierras al otro lado del mar Tenebroso antes de expirar. Lo que todavía resulta más fascinante es que los tainos le esperaban. Sus tradiciones orales hablaban de dioses barbados que debieron llegar a aquellas islas cien años antes.


¿Qué vio usted al llegar a Cuba, cuando miró dentro de los ojos de la india Habana?

           Indios, tainos o caribes, realmente no quedan. Pero lo que uno encuentra en la actualidad en esas islas del Caribe es una calidad y calidez que le reconcilia a uno con el género humano. Si la indígena Habana era tan hermosa como la ciudad a que dio nombre, podemos decir que era una de las mujeres más bellas del planeta.

           Ahora, ¿nos toca vivir el descubrimiento de Europa a bordo de las carabelas en forma de patera?

           Los pobres del Tercer Mundo llegan deslumbrados por la televisión y desembarcan en la marginalidad. El viaje de estas gentes tiene, sin duda, un carácter tan épico como el de Colón y los suyos.

           Cinco siglos después, ¿queda algún continente por descubrir?

           Quedan los paraísos mentales, o literarios. En cuanto a los físicos, el turismo masivo ha destrozado todos los paraísos del planeta.

Esta entrevista de Álvaro Bermejo se publicó hace 24 años en El Diario Vasco y es absolutamente vigente. El entrevistado tiene sobre sus espaldas, y en su cara, veinticinco años más.


 

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