CINE / MISSING, DE CONSTANTIN COSTA-GAVRAS
De vez en cuando conviene
revisar filmes icónicos pretéritos para comprobar si el paso del tiempo les
hace mella o, por el contrario, siguen vigentes. Al film del griego Costantín
Costa-Gavras (Atenas, 1933) le sucede esto último. El caso de este director
heleno comprometido con sus ideales progresistas es paradigmático porque no hay
diferencias sustanciales, ni formales ni ideológicas, entre su filmografía
rodada en Europa, fundamentalmente en Francia, su país de adopción —Los raíles
del crimen, Z, La confesión, Estado de sitio — y la
que hizo en Estados Unidos con títulos tan importantes como El sendero de la
traición (el racismo), La caja de música (el holocausto nazi) o
Missing (el golpe de estado de Chile).
Missing
sigue vigente como película de denuncia política que apunta hacia la hipócrita
política exterior norteamericana que en beneficio de sus intereses estuvo
apoyando todos los golpes de estado que se produjeron en su patio trasero, en
América del sur. La particular odisea de su protagonista, el ciudadano
norteamericano Ed Horman (un espléndido Jack Lemmon) que cree en la democracia
de su país y se va desencantando en cuanto va comprobando que sus
representantes políticos en Chile, Richard Venture (Nathaniel Davis), el
embajador estadounidense, y Phil Putnam (David Clenon) el cónsul, estuvieron detrás del golpe de estado y de la
desaparición de su hijo Charles (John Shea), un idealista que fue asesinado
tras su paso por estadio de fútbol de Santiago de Chile.
El film de Costa-Gavras
se centra en el proceso de concienciación de ese ciudadano común que es Ed
Horman que, de ser un firme creyente en las instituciones políticas de su país,
Estados Unidos, pasa a desconfiar de ellas y denunciar a los directamente implicados
en el asesinato de su hijo. El embajador de Estados Unidos en Chile durante el
golpe de estado se querelló contra la película y contra el libro en el que está
inspirado, La ejecución de Charles Horman. Un sacrificio americano, de
Thomas Hauser, y perdió todos los juicios.
El film, arropado con la
banda sonora del compositor heleno Vangelis, contiene algunas secuencias
impactantes —Ed Horman hablando por megáfono en el estadio de fútbol en sus
intentos desesperados de encontrar a su hijo desaparecido; padre y nuera, Beth
(Sissy Spacek) recorriendo la morgue en donde se amontonan los cadáveres de los
asesinados durante el golpe del 11S en Chile para tratar de identificarlo—. Por
desgracia, la política exterior de Estados Unidos, sea quién sea quién lo
gobierne, se rige por los mismos parámetros que en 1973 y es una de las más
insoportables lacras que causan pobreza, muerte y destrucción a terceros países
que optan por separarse de los parámetros que marca el imperio. Henry
Kissinger, uno de los ideólogos de la asonada militar que acabó con el gobierno
democrático de Salvador Allende, recibió el Premio Nóbel de la Paz.
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