SOCIEDAD / GOLPES SIN TEJERO
Golpes sin
Tejero
Para los golpes
de estado ya no hacen falta estrafalarios militares con tricornio asaltando el
Congreso ni los tanques de la Brunete quebrando el asfalto. Hoy la Brunete son
el 70% de los medios de comunicación de este país. La derecha se ha hecho ya con
casi todos y apenas queda una rendija para el pensamiento progresista, así es
que desde los medios de la caverna mediática, cuya último fichaje es El País, se
esparce día sí y día también cantidades de mierda para que los votantes de
derechas se empecinen en su terco voto y apoyo al partido de la corrupción, los
recortes sociales y el retroceso cultural. Ovejas lamiendo la hoja del cuchillo
del matarife en medio de ese silencio de los corderos (cortesía de mi amigo
Paco Gómez Escribano) .
El golpe
para impedir la opción progresista en España se articuló in extremis antes de
que Pedro Sánchez pudiera dar los pasos precisos para construirla. Podía haberlo
hecho meses antes, claro. Podía haber hablado antes, claro. Pero positivo es
que reconozca el exsecretario general del PSOE, aunque sea a toro pasado, errores.
Informes del CNI, que no está al servicio de la ciudadanía sino de los poderosos,
alertaron del intento de Sánchez de hablar con Podemos e intentar acuerdos con
los independentistas catalanes y vascos, el diablo con cuernos para esa España
que me hiela el corazón y que empiezo a no considerar como patria si tiene a esos
ciudadanos. Felipe González, trileros del IBEX y la banda de barones,
capitaneada por Susana Díaz, que tira la piedra y esconde la mano (la lideresa
se piensa mucho eso de liderar un partido agónico), dispara a la cabeza a Pedro Sánchez y Juan Luis Cebrián,
desde El País, apuntilla al toro malherido. El PSOE en 24 horas traiciona a sus
militantes y a sus votantes y permite que el jefe de la banda de los corruptos
vuelva a regir los destinos de este país. Y lo hace por España. Gracias,
traidores.
Asco. Profundo
asco hacia esos políticos podridos y hacia una sociedad que los consiente y los
jalea. Tenemos una democracia de risa y nos dan golpes de estado cuando les da
la gana sin sables ni tanques, que son antiguallas de otra época. Quien crea,
hoy en día, que la verdadera izquierda puede llegar al poder en algún país de
Europa por métodos democráticos es un iluso. El sistema está diseñado para que
gobierne quien gobierna nada esencial cambie. En España tenemos un ejemplo reciente y
sangrante. No queda otra que echarse al monte.
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