SOCIEDAD / HOY TODOS VOTAMOS EN GRECIA
HOY TODOS VOTAMOS
EN GRECIA
publicado en El Cotidiano
El referéndum griego se ha convertido en
una cuestión de estado para todos los países de la Unión Europea. En realidad,
los griegos, hoy, votan por nosotros. La campaña que todas las cancillerías
europeas, y los poderes financieros que están detrás de ellas, o delante, están
haciendo por el Sí debiera ser un indicador claro de lo que tendrían que votar
los griegos. En nuestro país, además, se pretende, con un solo disparo, abatir
dos piezas: Syriza y Podemos. Ya lo dijo de forma muy explícita Mariano Rajoy
que ahora se prodiga mucho en los medios: Syriza-Podemos, como si fuera una
coalición transnacional. Y lo que decidan los griegos hoy tiene que ver mucho con
si vamos a seguir en esa Europa de los mercados, despiadada, que asfixia a los países
hasta su estrangulación, o hacia la Europa de los ciudadanos libres. Así es que
también está en juego la manera de hacer política. Y diría más, la democracia
en su esencia, precisamente en el país que inventó ese concepto. Así es que
cuando vayan a votar los griegos, estaremos votando todos en Europa, y de ahí
esa extraordinaria expectación, porque es un asunto de una enorme trascendencia
y que pesará en el futuro de la Unión Europea.
En una entrevista en el diario El Mundo,
Yanis Varoufakis no se ha ido por
las ramas a la hora de calificar la situación de esa Grecia contra las cuerdas
y noqueada por los poderes facticos que nadie elige: terrorismo. Terrorismo en su
doble acepción, la de provocar terror (o se cumplen nuestras órdenes, plegarse
a nuestros intereses, o el caos) y víctimas (las medidas contra Grecia lo son
contra su población, y tienen como consecuencia directa el desarrollo de
enfermedades, la pobreza, el hambre, el aumento de suicidios y la muerte). Y
todo eso con métodos limpios. Los poderes económicos ya no tienen que echar
mano de golpes de estado de los coroneles, en cuyo régimen empezó ya el
inasumible endeudamiento estratosférico del país heleno, decretar huelgas
salvajes para desabastecer a la población, ni echar los tanques a la calle,
algo tan común en América Latina de lo que ya nos hemos olvidado. Le basta con
la estrangulación económica y sus efectos son tan devastadores como si hubieran
bombardeado a la población.
Salvo contadas excepciones, los medios
privados de España, y también los públicos, ambos en manos de los poderes
fácticos, están echando leña en el fuego de la pira en donde quieren quemar a
Syriza, y, de paso, a Podemos. Los argumentos son burdos. Los griegos tienen la
culpa de su propio desastre, como la han tenido los españoles que vivieron por
encima de sus posibilidades. Los griegos que son una pandilla de haraganes, que
se jubilan en plena adolescencia y que siguen cobrando sus pensiones desde
ultratumba. Como la culpa es de los españoles que trabajan en la economía
sumergida y los ciudadanos que eluden el IVA en las facturas que nos hacen los
operarios en las chapuzas domésticas. Y Syriza es el gran mal que ha engañado a
su pueblo con promesas imposibles de cumplir. Si Syriza ha cometido un gran error
estratégico es, precisamente, convocar ese referéndum. ¿No tienen ya el apoyo
de los ciudadanos que les votaron hace seis meses para tomar todas las
decisiones pertinentes para la mejora del país? El referéndum, que posiblemente
pueden perder, era totalmente innecesario y mete al gobierno de Tsipras en un
callejón sin salida, más con el corralito.
Los miles de millones del rescate
griego, miles de millones que es imposible que puedan pagar sin una serie de
quitas importantes, y más tal cómo se les está acogotando, no han ido a los
ciudadanos griegos sino a los bancos e instituciones financieras helenas, más
tocadas que las nuestras, y que han practicado alegremente lo que se conoce
como el capitalismo de amiguetes: te doy a ti de lo de los demás algo que no
vas a poder pagarme nunca, y ya está, porque papá estado, es decir, los demás,
cuando me vean apurado, van a reponer lo que te he regalado. Capitalismo
trilero, el que se estila desde la estafa global, y se practica porque esa
delincuencia apenas tiene consecuencias penales.
Habría que analizar de dónde viene esa
desmesurada deuda pública cuyo pago es el caballo de batalla, y de ahí la
necesidad de auditarla, algo a lo que se oponen de forma denodada los que la
generaron, porque dejaría al descubierto el entramado de corruptelas, sobornos
y desvaríos financieros que están en su esencia. La cuarta parte pertenece a
gasto militar, es decir, al gran negocio del planeta. Grecia, por su situación geoestratégica
y de vecindad con Turquía, país al que ha estado secularmente enfrentado, tiene
uno de los ejércitos más sobredimensionados de Europa al que destina más del 3
del PIB mientras Francia y Alemania no llegan al 1,5. ¿Y quién le vende tanques
y submarinos? Europa, principalmente Alemania y, en menor medida, Francia, sus
principales acreedores que les exigen que recorten las pensiones de sus
ciudadanos pero no que restrinjan las compras a su muy boyante industria del armamento, ya
comprometidas por los anteriores gobiernos. Cuando Syriza hablaba de auditar la
deuda, y cercar la indebida, seguramente se refería a ese gasto militar.
Los problemas financieros griegos vienen
de mucho más lejos, de endeudamientos estratosféricos para organizar los juegos
olímpicos, por ejemplo; de créditos fallidos que una banca poco escrupulosa hacía
en su economía de amiguetes; de la evasión de impuestos y capitales de las
grandes fortunas; y de un sistema fiscal, parecido al nuestro, que favorece al
gran empresario y le exonera de sus obligaciones contributivas.
El caso de los juegos olímpicos puede
resultar muy ilustrativo para comprender cómo se generó esa enorme masa
dineraria cuyo pago se exige a cambio de
laminar a la población. De un presupuesto inicial de 1.300 millones de dólares
se pasó nada menos que a 20.000 millones.
¿Quién se benefició de esa tremenda sangría de dinero público? En ese
saco de la corrupción podríamos meter también a la multinacional alemana Siemens
que pagó comisiones de más de mil millones de euros para conseguir jugosos
contratos ligados a su industria militar (los misiles Patriot), digitilizaciòn
de teléfonos y sistemas de seguridad. A
eso hay que añadir la venta de submarinos defectuosos, alemanes, subrayo, por
un contravalor de cinco mil millones de euros. El descomunal endeudamiento de
la economía griega no viene del abuelo cuyos nietos siguen cobrando su pensión
después de haberlo enterrado, que nadie duda que sea cierto, aunque anecdótico,
y ha de ser corregido, sino de una
gigantesca trama de corrupción, bien engrasada con sobornos, en torno a la cual
los países que le reclaman ahora la devolución de la deuda contraída y los
intereses le estuvieron vendiendo a destajo material militar al ejército griego,
que era lo que la aumentaba. Pero claro, interesa desviar la atención al
pensionista, al haragán que cobra el desempleo sin buscarse trabajo, al pequeño
pícaro. Como consecuencia de todo ese despilfarro, debido a los partidos que
ahora abogan por arreglar el estropicio que ellos montaron (aquí sí que habría
que hablar, en el caso de Syriza, de una insoportable e inasumible herencia
recibida, expresión que tiene el copyright de Mariano Rajoy), los funcionarios griegos han visto reducidos sus
sueldos un 25%, los pensionistas cobran un 40% menos, el transporte público ha
subido un 30% y el IVA el 4%. Pero aun así, parece poco a una Europa dispuesta
a tumbar un gobierno democráticamente elegido porque no le gusta como
interlocutor.
Hoy Grecia decide entre bajar la cabeza
y seguir por el modelo ruinoso que le ha diseñado la Unión Europea para que la población
sufrague con su esfuerzo y dolor lo que se han gastado otros, lo que la conduce
a un genocidio lento, o plantar cara a los poderes fácticos que tiran de los
hilos de las cancillerías europeas. Como siempre, desde que el hombre es
hombre, el poder de unos pocos, pero poderosísimos, contra los intereses del
resto.
Europa puede nacer o morir en Grecia.
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TE ARRASTRARÁS SOBRE TU VIENTRE (El
Humo del Escritor, 2014) Envíe sus señas postales a joseluismunoz33@gmail.com y la
recibirá dedicada sin gastos de envío. Envíe sus señas postales a joseluismunoz33@gmail.com y la recibirá dedicada sin gastos de
envío. "Te arrastrarás sobre tu vientre" sabe a clásico del
género, a peli negra, negrísima, estadounidense, de esas en las que el humo de
los cigarrillos deambula bajo los haces de luz de los flexos y de las
lamparillas de los bares de copas. Pero ocurre algo especial. El escritor
salmantino ha reemplazado el escenario norteamericano y sus protagonistas por
espacios y tipos genuinamente hispanos, estos últimos incorporan la mala baba
típica que caracteriza a los protagonistas de las mejores novelas negras
peninsulares. Ocurre, al menos a mí me pasa, que la sangre nativa me duele más
que la estadounidense o la europea y los mamporros, bofetadas y disparos los
oigo con distinto resabio, le resultan más cercanos, más creíbles, menos
artificiales, en suma, más dolorosos. La descripción de lugares es suficiente.
Cuatro trazos. No hay alardes. No hace falta. Cuando el escritor salmantino
explica que el final de la barra del Lennox Club hay una puerta cerrada de la
que cuelga un letrero que reza Privado, no miente, es cierto. Esa puerta está
allí, está cerrada y en su letrero se puede leer Privado. Yo lo sé, puedo dar
fe porque he estado en Lennox Club y la he visto sin moverme del orejero donde
leo. Me guiaron hasta allí las palabras escritas por José Luis Muñoz. HERME
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