EL APUNTE
CON FALDAS Y A LO LOCO
La imagen de la semana fue sin duda la de Carme Chacón poniendo firmes a nuestras aguerridas tropas en su toma de posesión como ministra de Defensa, un supuesto que nadie se había atrevido a tachar en la quiniela gubernamental, el brillante conejo que Zapatero sacó de su chistera. Genial y surrealista jugada del mago del socialismo español en un claro guiño hacia el mundo de la mujer enclavado en una política de gestos en donde el talante y las buenas maneras van a terminar convirtiéndose en fin y no en medio. Poner al mando de los ejércitos a una chica joven, agraciada, dicharachera y, además, embarazada, es todo un puntazo que nadie se atreve a criticar, aunque nadie sabe qué vinculación tendrá la líder socialista catalana con el mundo de las armas. ¡El viva la vida!, gritado desde ese hermoso vientre gestante, frente al ¡Viva la muerte! de Millán Astray. Eso sí, esa imagen de mujer embarazada con tacones, pasando revista a la tropa e impartiendo órdenes, como si hubiera llevado galones toda la vida, va a dar a nuestro ejército una imagen todavía más amable y dará que hablar a todo el hemisferio, que quizá de eso se trate. Que todavía nos asombre una imagen como esta es buena prueba de que la mujer sigue estando subvalorada en nuestra sociedad, de que a una mujer se le exige siempre mucho más. Si una mujer puede entrar en el ejercicio de las armas, ¿por qué no puede presidir la cúpula de los ejércitos?
La imagen de la semana fue sin duda la de Carme Chacón poniendo firmes a nuestras aguerridas tropas en su toma de posesión como ministra de Defensa, un supuesto que nadie se había atrevido a tachar en la quiniela gubernamental, el brillante conejo que Zapatero sacó de su chistera. Genial y surrealista jugada del mago del socialismo español en un claro guiño hacia el mundo de la mujer enclavado en una política de gestos en donde el talante y las buenas maneras van a terminar convirtiéndose en fin y no en medio. Poner al mando de los ejércitos a una chica joven, agraciada, dicharachera y, además, embarazada, es todo un puntazo que nadie se atreve a criticar, aunque nadie sabe qué vinculación tendrá la líder socialista catalana con el mundo de las armas. ¡El viva la vida!, gritado desde ese hermoso vientre gestante, frente al ¡Viva la muerte! de Millán Astray. Eso sí, esa imagen de mujer embarazada con tacones, pasando revista a la tropa e impartiendo órdenes, como si hubiera llevado galones toda la vida, va a dar a nuestro ejército una imagen todavía más amable y dará que hablar a todo el hemisferio, que quizá de eso se trate. Que todavía nos asombre una imagen como esta es buena prueba de que la mujer sigue estando subvalorada en nuestra sociedad, de que a una mujer se le exige siempre mucho más. Si una mujer puede entrar en el ejercicio de las armas, ¿por qué no puede presidir la cúpula de los ejércitos?
Comentarios
Usted perdone de nuevo y un abrazo.