SOCIEDAD

Declaración de socialismo 21
2011 : Un nuevo tiempo para la lucha y la unidad.

“...que no te duerman con cuentos de hadas”.


Se va el año de los compromisos rotos y las promesas olvidadas. Y se va con el saludo de fin de año del monarca que se presenta a sí mismo como garante de “la unidad y las reformas “ y con Zapatero que, por su parte ,se apresura a declarar que está listo para 15 meses más de reformas y que estas deberían prolongarse por cinco años a lo menos.
Todavía muchos ven, con no poco asombro, como el gobierno de Zapatero se rinde a la banca y elige transformarse en el abanderado de las reformas estructurales.
En realidad, el actual programa de gobierno se reduce a descargar todo el peso de la crisis provocada por los mercados fnancieros sobre los hombros de los trabajadores y de los más débiles.
Que nadie se llame a engaño. Después de la huelga general del 29 de septiembre, en una reunión realizada en el Palacio de la Zarzuela, se defnió el actual rumbo del ejecutivo. En ese encuentro, los grandes empresarios (Fundación Everis) presentaron al Rey un detallado programa de gobierno para salir de la crisis.
El programa se puede reducir en pocas palabras a: limitar drásticamente el estado de bienestar,anular el rol regulador del estado en la economía, restringir el papel de las Comunidades Autónomas, establecer una democracia de baja intensidad, controlar los Ayuntamientos y a todo modelo de ciudadanía activa.
La reacción de Zapatero a una reunión a todas luces inconstitucional, -porque el rey reina, pero no gobierna-no fue cuestionar la forma y el contenido del encuentro, sino que, todo lo contrario,el gobierno se plegó a esas propuestas y se apresuro a invitar a Moncloa a las grandes empresas, prometiéndoles proseguir con frmeza los recortes sociales.
A resultas de todo esto, el gobierno termina el 2010 imponiendo un presupuesto restrictivo que profundizará la crisis, eliminando el mísero subsidio de 426 euros a los parados y jugándosela por una reforma de las pensiones para reducirlas y prolongar la edad de jubilación a los 67 años.
En realidad, enfrentamos el nuevo año con una oligarquía fnanciera que ha lanzado una ofensiva en toda regla para promover las llamadas “reformas estructurales” que necesita el gran capital. Sin embargo, esta política, que no esconde su vergonzante sumisión a la dictadura de la banca y los llamados “mercados”, no solo es profundamente injusta sino que es totalmente inútil: la crisis de la deuda, con cifras que alcanzan los billones de euros, no se disipa con recortes sociales.
Esta crisis, que parece no terminar nunca, no la han provocado los trabajadores, los millones de parados , los jóvenes sin futuro o las míseras pensionesLa única solución es poner en cintura a los auténticos responsables de la crisis: los grandes tiburones de la industria y los especuladores de toda calaña. Precisamente a aquéllos con los cuales se reunieron el Rey y Zapatero a mediados de noviembre.

QUE NO TE DUERMAN CON CUENTOS DE HADAS.
Con el nuevo año ha llegado la hora de volver a la lucha y tratar de poner freno a tanta injusticia. El gobierno ha perdido todo crédito del pueblo y su actual discurso de “la responsabilidad” está destinado a favorecer a la banca, a la gran empresa de España y de la Europa de los mercaderes.
Una nueva Huelga General es imprescindible para indicarle al gobierno y a los poderosos que la inmensa mayoría de los ciudadanos estamos hartos, que decimos basta.
Un nueva Huelga General que será en positivo. Será para exigir una política económica y social que tenga como objetivos esenciales combatir el paro, proteger a las víctimas de la crisis, procurar el bienestar general y reducir las desigualdades sociales.
Una huelga que ha de convocarse antes de que el gobierno culmine su amenaza de decretar la reforma de las pensiones el próximo 28 enero, para lo que contará siempre con la abstención cómplice o el voto favorable del PP y los partidos nacionalistas de derecha, PNV y CiU.
La lucha, como dijimos antes del 29 septiembre, ha de ser sostenida y fIrme. Ha pasado demasiado tiempo sin que los sindicatos mayoritarios hayan reaccionado a las acciones y los anuncios del gobierno.
Sin resistencia y si los jóvenes, las mujeres , los pensionistas y los trabajadores no expresamos con fuerza el profundo malestar existente, se alentará la ofensiva de la derecha económica y política y perderemos las conquistas de decenios de lucha social.

UN HORIZONTE POR GANAR La lucha debe servir para impulsar la unidad de acción todas las fuerzas y organizaciones de la izquierda, y ha de ser un acicate para crear las condiciones que hagan posible conformar un frente ciudadano para combatir con éxito las perversas y desoladores políticas que intentarán seguir imponiendo en el futuro.
Tenemos un claro horizonte por el cual trabajar y combatir. Se trata de levantar una alternativa que dé expresión a los anhelos de una política radicalmente diferente, en lo económico, en lo social y en lo político.
Las diferencias legítimas de la izquierda deben subordinarse a la unidad necesaria para superar estos momentos de emergencia real.
Nos estamos jugando mucho. No sólo el futuro material nuestro y de nuestros hijos, sino también la democracia y las libertades. Los enemigos de una sociedad justa y solidaria lo saben. Saben que sus intentos de atacar los salarios, los derechos laborales, las pensiones y los servicios públicos provocarán inexorables reacciones sociales, por lo que buscarán por todos los medios reprimir, recortar las libertades y convertir la democracia en una caricatura, más deforme aún de lo que ya aparece, donde la soberanía popular quede defnitivamente burlada y los mercados impongan sin límite su predominio.
Nuestra lucha debe orientarse a convertir las necesidades básicas de todos los ciudadanos en reivindicaciones naturales con carácter indiscutible.

UN CAMINO PARA SALIR DE LA CRISIS
El mundo ha vivido crisis similares y el camino de salida fue siempre trabajo para todos y justicia social.
Es la hora de demandar repartir el trabajo, con reducciones de la jornada laboral. De exigir que la protección social cubra a los parados el tiempo necesario para evitarles la miseria. No puede haber más desahucios y gente viviendo en caravanas mientras cientos de miles de pisos están vacíos.
Una función social tan fundamental como como la que desempeña el crédito hay que socializarla y poner al alcance de las pequeñas y medianas empresas los recursos para relanzar sus actividades económicas..
Ningún sector básico de la economía debe estar en manos privadas. El estado debe recuperar todos los instrumentos y resortes necesarios para llevar a cabo una política económica y social que afronte las necesidades y las aspiraciones de la población.
Socialismo 21 pondrá todo su empeño y todas sus fuerzas en impulsar y respaldar una nueva Huelga General, con las miras puestas en defender los intereses de los trabajadores y las capas sociales más desfavorecidas, en favorecer la unidad de la izquierda en todos los sentidos y en combatir el desorden actual elevando la conciencia social sobre la posibilidad y la necesidad de cambiar este catastrófco estado de cosas

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