CINE
Crónicas
desde el Festival de San Sebastian
CINE LATINOAMERICANO, UN MELODRAMA GAY Y UN
DOCUMENTAL IMPRESCINDIBLE
Dinamarca
está de nuevo presenta en la sección Nuevos Directores con la película Limbo hablada en danés. La directora Anna Sofie Hartmann, jovencísima
estudiante de la Escuela de Cine de Berlín, mete la cámara entre un grupo de
jóvenes adolescentes—no son actores y se interpretan a sí mismos—de la escuela de Navskov, la suya, que estudian en un centro de la
región que vive la de la agricultura industrial—inmensos
campos de remolacha y una enorme fábrica de azúcar omnipresentes a lo largo del
film a través de largos trávelings—. Sus cuitas, sus digresiones filosóficas, discusiones sobre los roles
sexuales, cuestiones académicas, ensayos para una obra de teatro, etc., apuntes
muy deslavazados porque deliberadamente no hay un guion previo, conforman el
eje de esta película discursiva y con vocación documentalista que deja muchos
puntos en el limbo. Una de las alumnas se declara a su profesora y no recibe
respuesta por parte de ella; un grupo de chicas de la escuela sale de noche y
probablemente mueren al caer su coche a una acequia, pero no se habla más de
ellas; un friki absoluto está en clase pero como si no estuviera, pendiente
sólo de su móvil, sin recibir una sola advertencia de la profesora. Una
película aparentemente sin historia, tan fría como esos campos congelados de
remolacha por donde la cámara se explaya, muy poco, la verdad, para conformar
una película medianamente interesante. ¿Tiene
cabida una película que parece un trabajo de fin de curso en un Festival como
el de San Sebastián? Pues no sé, la verdad.
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