SOCIEDAD / BENDITOS LOS NIÑOS UCRANIANOS, MALDITOS LOS PALESTINOS

 


Mientras Israel dice que ha abierto las puertas del infierno en Gaza (las abrió hace dos años exactamente) para hacer inhabitable para los palestinos la franja en un plan minuciosamente estudiado que se centra en derruir todas las edificaciones, sin dejar ninguna en pie, destruir hospitales y escuelas, asesinar al mayor número posible de niños (hay que eliminarlos porque serán los terroristas del futuro) y mujeres (las fábricas de esos futuros terroristas), lanzando más bombas sobre ese pequeño territorio que las caídas sobre Londres durante toda la Segunda Guerra Mundial, la Unión Europea se plantea enviar una fuerza militar a Ucrania al mismo tiempo que es incapaz de escoltar con un solo barco de guerra a esa flotilla cívica que navega por Mediterráneo para romper el bloqueo y debería sonrojarles porque la sociedad civil y civilizada (no los psicópatas que aplauden los asesinatos masivos que comete el estado genocida de Israel) se moviliza mientras ellos discuten si se está cometiendo o no un genocidio y de si hay que sancionar de alguna manera a Israel, ese niño malcriado, ahora septuagenario, al que se le ha permitido hacer absolutamente todo sin haberlo reñido una sola vez.


En esta decisión de los gobiernos europeos hay un componente claramente racista que no se me escapa. La vida de los ucranianos sí importan (se acogió a niños y mujeres de ese país invadido, salieron taxistas de España y autobuses para salvarlos de la invasión de Putin, se articula ahora una fuerza militar), la de los palestinos, no. Gaza es la tumba de la humanidad, pero también lo será la del estado genocida de Israel odiado en todo el mundo por la gente de bien que se lo va a recordar siempre. Y sí, hay que hablar del bien y del mal, hay que situarse en uno u otro de la historia, no podemos ser indiferentes los empáticos con los seres humanos, sea cual sea el color de su piel, ante lo que hacen con ellos los psicópatas.


Israel no está solo en el mundo, está Estados Unidos detrás, está una Unión Europea paralizada y cobarde que teme desairar al gigante americano, están unos partidos de ultraderecha que los apoyan (PPVOX en España) y niegan la masacre (Blancanieves Ayuso ha llegado a decir en la Asamblea de Madrid que deberíamos agradecer a Israel lo que está haciendo por la civilización occidental), hay millones de personas psicópatas, porque no empatizan con el sufrimiento humano, porque son insensibles a tantísima violencia y destrucción gratuita, que jalean cada uno de los asesinatos cometidos por el estado sionista, algunos hasta invocando a Dios como esa corte de evangélicos latinoamericanos que bendicen cada una de sus atrocidades, que se burlan de los solidarios y parecen haberse olvidado de algunos de los mandamientos de esa divinidad a la que tanto nombran.


Gustavo Petro, presidente de Colombia, quizá ha sido el mandatario más claro sobre lo único que puede detener a Israel: hay que intervenir militarmente en Gaza, y para ello es fundamental que la presión de la sociedad civil mundial siga cada vez más fuerte hasta obligar a sus gobiernos a tomar medidas drásticas contra el estado genocida de Israel, porque todo, absolutamente todo suma y lo que resta es la inacción. Hay que intervenir en Gaza como se intervino en la guerra de Bosnia cuando las atrocidades resultaban insoportables y se atacó a Serbia y se detuvo a los genocidas que acabarán sus días entre rejas, como la gente de bien desea para Netanyahu y sus esbirros homicidas.


La enorme fosa común que está abriendo Israel en Gaza es en donde acabará el estado sionista que en estos momentos es el mal absoluto como lo fuera el III Reich en el pasado siglo. Malditos sean ellos, los que los apoyan y los que miran hacia otro lado.


UN THRILLER QUE AHONDA SUS RAÍCES EN EL HOLOCAUSTO. PREMIO DE NOVELA CIUDAD DE BADAJOZ



COMPRAR EL MAL ABSOLUTO

Comentarios

Entradas populares