EL REPORTAJE


Pequeños anuncios que hacen soñar al lector con placeres afrodisiacos que son un fiel reflejo de los gustos sexuales de los españoles.

SEXO POR PALABRAS

José Luis Muñoz

Playboy 238, Octubre 1998


En los diarios españoles existe una amplísima oferta sexual en anuncios por palabras, consecuencia del cambio de hábitos de la prostitución que ya no callejea. El muestrario es tan amplio como para satisfacer los gustos y rarezas de cualquier cliente.

A partir de los años ochenta empiezan a insertarse en los diarios de este país, hasta en los de hábitos más conservadores, una amplísima oferta sexual en anuncios por palabras agrupados bajo epígrafes como relax, contactos y masajes, consecuencia del cambio de hábitos de la prostitución que ya no callejea, como en la casposa etapa franquista, sino que satisface a sus clientes en domicilios, hoteles y saunas, previa cita. Los textos, de una concisión telegráfica y de muy dudosa ortodoxia sintáctica, en los que abundan, hasta la exasperación, los diminutivos-negritas, mulatitas, pechitos, culitos, pompis, boquita-hacen soñar por unos instantes al navegante de esas páginas con placeres afrodisiacos y son un reflejo de los gustos sexuales de los españoles.
Hay cierta mojigatería léxica en esos ofrecimientos de sexo sobre papel impreso en los que abundan cifras-tallas y precios-y se esquivan conjunciones copulativas y comas para ir al grano. P es pecho si va acompañado de una cifra entre 90 y 140, pero puede ser polla si le precede el mítico número 23; SPD es superdotado, pero se echa en falta los muchos nombres con que designamos la vertical sonrisa que anida entre los muslos de una dama y los contundentes verbos de acción de nuestro idioma como follar, joder, echar un polvo, etc. ¿Pudibundez o economía de palabras?


El cuerpo como reclamo.
¿Cómo vender el cuerpo por palabras? Cuarteándolo como exquisita res en la carnicería. Pechos y nalgas parecen centrar la lubricidad de los clientes de sexo de pago a tenor de su omnipresencia. “Lorena 19 a. 130 p curvas marcadas culito respingón. 69, francés a pelo. Masaje anal y el amor 3000. 2 servicios en 1 hora 5.000. / Jovencitas 18 a. cuerpecitos divinamente formados, pechitos pequeños y tiesecitos. Atienden sólo Sres. Solventes”. Y en cuanto a preferencias raciales seguimos fascinados por las rubias-“Danesa, 20 años, guapa, rubia natural, ojos azules. Modelo auténtica, una belleza. 50.000”-y demostramos ser poco racistas bajo las sábanas a tenor de la abundancia de toda clase de chicas y travestis de color que abonan nuestras fantasías sexuales y el tópico de fogosidad sexual de la raza negra-“Brasileña, 20 a. erótica mulatita lujo escultural 30 mil. Mulatita azucarada 20 a 5000 completo + copa. Negrita y brasileña y 6 bomboncitos más 4000 + copa 1 h. 10.000 "cuantas veces puedas"-con una mención de honor hacia las cubanas tan de moda últimamente-“Cubanita 22 a. "la flor del Caribe" con mucha clase. Supe cubana 120 pecho. Mulatita con sabor, Mary”-.

Tirando a lo patrio se pueden encontrar denominaciones de origen como la de “Jenny 28 a. 1,70 gallega, completo + ligueros 3000. O ese Gudari 25 a. Vasco SPD 23...con vello muy fibrado 24 h” que vende vello y músculo a partes iguales no se sabe bien a qué sexo.


El territorio de la carne
¿Cómo enganchar a un cliente con un simple anuncio? Buen número de ellos hacen un descripción detallada o elíptica de sesiones de sexo. Su lector, antes de marcar el número de teléfono que le llevará al cuerpo a cuerpo definitivo, puede así calibrar las propias secuencias lúbricas que los telegráficos textos le sugieran y se guiará por ellos si no tiene oportunidad de ver a la muchacha. “Olga-Sonia 18 19 a. Modelos portada espectacular lésbico 120 y 130 p. Nos damos placer con vibradores con nuestros deditos y nuestras boquitas. Y tú nos haces el amor a las dos. 6.000 1 hora. / Nuria-Sara 18-19 a. 2 bomboncitos marchosas lésbico auténtico. 130-140 p. nos besamos, nos damos placer con vibradores. Te hacemos francés a pelo, a 2 bocas y tú nos haces el amor a las 2. 1 h. 6.000. / Nuria 25 a. 95-60-90. Te hago el sexo oral hasta el final y después sigo como una golosa gatita”. Para hacer boca no está nada mal, aunque llama la atención la juventud de las hetairas-de 18 años hasta 25-y el perímetro más que generoso de sus senos-sobrepasan, casi siempre, salvo una excepción que casi se ciñe a la armónica medida 90-60-90, los 120 centímetros. El pecho sigue centrando las apetencias sexuales de los hispanos.

Sexo a la carta.
El sexo no sólo es cópula y en los anuncios por palabras encontramos un amplísimo muestrario de masajes-testicular, glanderiano, griego, thai, cubano, body-body, birmano-administrados con dedos, lengua, labios, pechos o el cuerpo entero, pero quizá lo que más llame la atención es lo necesitados que están los anos masculinos de este país de cuidados intensos. Casi hay tantos travestidos de talla 140/23 como hembras genuinas-“Relax anal 6000 ptas. Con mis dedos traviesos o vibrador. Bomboncitos de 18 a 23 años, guapas, delgaditas y morbosas. / Ven y entra. Nuevas Srtas. jóvenes y sensuales. Body-Body completo. Juegos eróticos. Masaje 4 manos. Masaje relax anal”-. O este “Masaje anal vegetariano, especial para ecologistas”, que inmediatamente sugiere la pregunta de ¿con qué?
Para los discípulos de Leopoldo de Sacher Masoch y del divino marqués y otras rarezas hay cuevas de sado, amas estrictas, lactantes sólo para golosos, esclavas anilladas en pezones y vulva, indisciplinadas sumisas, escanciadoras de lluvia dorada, encintas marchosas, especialistas en bondage, etc., pero el premio se lo lleva sin duda la inquietante “Nina rasurada y anillada sí a todo”. Fetichismo-transformismo, sexo en parejas, francés a pelo, garganta profunda, beso negro, griego, lluvia dorada, enemas, coprofilia, puño americano, vibrador, hinchable, pinzas, todoterreno de las perversiones sexuales.
Para los que les gusta jugar con roles en el terreno sexual, la oferta tampoco tiene desperdicio: “Porno-chacha 35 años erótica y dulce, a la que sobar las nalgas mientras hace la limpieza con el plumero”, “Un bombón de secretaria, minifaldera, excitante con ligueros, erótica, mujer de cama, sensual”. “Ven disfruta y estimúlate, para desfogar al jefe rijoso; ejecutiva atractiva, sufro stress, me han recetado...” a la que hay que curar antes de que acabe muy mal de los nervios; quién promete deshidratarte entre sus muslos, como esa “Loli, 19 años. Te hará‚ sudar...”; o la que utiliza su situación matrimonial como cebo, “Malcasada jovencita 19 un escándalo con ligueros”.

Para el cliente selectivo
Hay clientes de carne de pago que confían en madames con años de experiencia en su negocio que les consiga la chica más adecuada a sus gustos e inclinaciones. Un clásico es la Sra. Rius, cuyo reconfortante mensaje reza así: “Si lo que desea es tranquilidad le proporciono Sras. y Srtas. no profesionales en pisos y apartamentos horas convenidas.” Pero hay más, y todas ellas con apellidos genuinamente catalanes por aquello del proverbial seny, como la Sra. Ferrer, Noguera, Reus, y hasta una Minniver, que proporcionan contactos con Sras. y Srtas. con clase, no profesionales.
Un tipo de clientes busca algo muy difícil en la profesión más antigua del mundo, la exclusividad, que es como el vellocino de oro, y para ellos un precio muy por encima de la media puede garantizarla-“Caché‚ mínimo 100.000. Azafata TV”. “Ex mujer de diplomático. Sólo Vips. 50.000”, una émula, quizá, de Bienvenida Pérez. “Sin imitaciones...80 mil. Reserva exclusiva”.-son anuncios destinados a ellos.

Todos mienten
En la jungla de los anuncios de sexo el engaño está aceptado. Engañan ellas con supuestos másteres en erotismo, medidas espectaculares, edades que casi nunca superan los 25 años, rubio de pelo natural, sexos estrechitos, condición de amateurs-“Tres amigas muy delgaditas, sólo hoy.” “Raquel 18 a. modelo de pasarela delgadita, sólo por unos días. Compruébalo”-estudios universitarios, y se auto engañan los clientes que luego afrontan una realidad que suele ser otra muy distinta de la que imaginan a raíz de lo leído. Aunque haya alguna excepción como esa “Rosi, soy delgada, poca cosa, pero haciendo el amor me crezco”, a la que hay que creer más que a ninguna otra por su insólita sinceridad.

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