LA CRÓNICA

LA CARAQUEÑA BAILÓ EN GRANADA, Y EL MAL ABSOLUTO CONGELÓ LOS ÁNIMOS
Con puntualidad británica, a las ocho y media del 6 de junio, precioso día de primavera que invitaba a la playa, y sin que esta vez fallara Iberia, porque no precisé de ella, empezó en la Librería Picasso, con un auditorio que copó las sillas y parte de él tuvo que seguir las intervenciones de pie, la presentación de mis dos libros. Amenazaba nuestros dorsales el último panfleto de Jiménez Losantos, algo sobre España, y en todo momento temimos la puñalada de su lengua viperina desde el montón de libros del incendiario radiofonista que teníamos a nuestras espaldas. Empezó con el turno de palabras, presentándome, Alicia Núñez, que me ha leído mucho y preside un club de fans del sur. Habló de mi vida y milagros, de mi capacidad para la metamorfosis ─ las dos novelas son un claro ejemplo─ , de mi pasión por la literatura y los viajes. Siguió, con un texto que ficcionaba directamente la presentación, literatura dentro de la literatura, el escritor Gregorio Morales alabando a esa sensual caraqueña que seduce al etarra Iñaki─Makario cual Salomé en esa maravillosa sala de fiestas que es el "Maní es así" de la capital venezolana, y mis cargas de profundidad contra Hugo Chávez Frías. Tomó la palabra luego César Girón para ponerse más serio, para hablar del terror que preside Auschwitcz, de sus espantosos silencios, del desasosiego que causa la lectura de mi novela a quien se acerque a ella. Tomé luego la palabra yo, para hablar de lo que no estaba incluido en el precio de los libros, ni el lector puede encontrar en las contraportadas de los mismos: la intrahistoria, cómo se gestaron las dos novelas. LA CARAQUEÑA DEL MANÍ de un viaje a Caracas promocionando EL SABOR DE SU PIEL, y de cómo, cuando el coche me conducía al hotel, me di cuenta de que esa ciudad era pura literatura, se convertía en personaje, para dos días después concretarse ya la historia con mi visita a "El Maní es así", el templo de la salsa. De cómo resolví la cuestión del punto de vista haciendo que el protagonista fuera un etarra exiliado en el paraíso caribeño y eso me permitió hablar de dos realidades paralelas: la Venezuela chavista y el País Vasco sacudido por un terrorismo salvaje. Nada que ver con el proceso que me movió a escribir EL MAL ABSOLUTO, el tremendo documental de la BBC que visioné en la conmemoración de la liberación del campo de exterminio de Auschiwicz por el Ejército Rojo, la entrevista que la periodista hizo al orgulloso verdugo de las SS, al que la vida le había sonreído, y al avergonzado superviviente hundido en la miseria física y moral, mi deseo de reparar esa injusticia a través de la novela que es una venganza aplazada en el tiempo, y el significado de esa portada con la vía hacia la muerte y ese elegante oficial nazi sin rostro para que cada uno de nosotros pongamos el nuestro. Agradecí a los asistentes su presencia en un día tan soleado y poco propicio a permanecer encerrados en una librería, aunque fuera la Picasso de Granada, y a los tres presentadores que tan amables palabras me habían dirigido y tan bien me habían arropado en mi bautismo granadino. Firmé bastantes ejemplares, entre ellos los de mi buen amigo y colega Paco Gómez Escribano que me anuncia la buena nueva de su primera novela para dentro de muy poco ─ Paco, perdón, porque con el fragor de las firmas se me olvidó invitarte a una cervecita, a ti y a tu esposa, con lo que queda pendiente ─, y terminamos la jornada literaria charlando sobre literatura, cómo no, autor y presentadores en la terraza del Jardín Botánico. Falló la prensa, pero nada es perfecto.

Y si quieren conocer la estupenda crónica que hizo del evento y de su estancia en la maravillosa ciudad de Granada el buen amigo y colega Paco Gómez Escribano, cliquen aquí y podrán leer su texto y mirar sus fotos.

http://www.juntadeandalucia.es/averroes/iesventuramoron/art130.htm

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