CINE

INSIDE JOB
Charles Ferguson Una sensación de crispación, ira e indignación es la que rodea al espectador escasos instantes de finalizarse la proyección del documental recientemente galardonado con el Oscar. El principal artífice de ello es Charles Ferguson, el documentalista americano que ya destapó las atrocidades militares en Irak en No end in sight, y que ahora aborda otro tipo de atrocidades, más cercanas a nosotros, más amparadas y resguardadas en la ley, pero igualmente inmorales. Inside Job es el crudo retrato de la peor crisis financiera desde la Gran Depresión aún que sacude nuestros días, y que previsiblemente seguirá haciéndolo en los años venideros. Ferguson, mediante un laborioso trabajo de investigación, y con un representativo grupo de testimonios, arroja mucha luz sobre las causas de la crisis, sus culpables y los efectos. De él se desprenden elocuentes, clarificantes y estremecedoras conclusiones. Como por ejemplo que la crisis se podría haber evitado, que hay que apuntar a la progresiva desregulación del sector financiero como el escenario principal para que ésta sucediera, la avaricia descontrolada de ciertos mandamases que han logrado fortunas a costa del trabajo y los ahorros de una vida de miles y miles de personas, de cómo estos gozan de su privilegiada posición que les permite no sólo no pagar los platos rotos, sino mantenerse vivos en el sistema mientras que cantidad de gentes han tenido que perder los empleos, dejar sus casas y vivir en la calle. Ferguson se erige en esta ocasión en una especie de David Simon para la causa financiera, y desvela, con multitud de datos y detalles, todos los entresijos internos que rigen la jungla de Wall Street, y su conexión con la Casa Blanca, los organismos reguladores, y en una esfera muchos menos conocida, y por ello sorprendente, el mundo académico. En su empeño por desaforar toda la corrupción del sistema, el director no deja títere sin cabeza, y subraya cómo el progresivo enriquecimiento de la industria financiera norteamericana, le ha otorgado una cota de poder, con la que ha corrompido de manera alarmante las esferas citadas más arriba.
Sus dardos envenenados se dirigen principalmente a los bancos norteamericanos, a los bancos de inversión, las agencias de rating, y las empresas de seguros financieros.
Se respira a lo largo de toda la cinta, la propia rabia, asqueamiento de su propio autor, evidente cuando lanza sus preguntas a algunos de los implicados en el gran desastre, y no sólo los apuntala con inteligencia y evidencia, sino que en muchas ocasiones los logra acorralar con preguntas incómodas, y destapa con ello un retrato personal y como hombres de negocio despreciable, deshonesto y repudiable. La sensación de estar asistiendo incrédulos a testimonios ofuscados, insensibles, orgullosos, y sin esclarecer del todo si su avaricia es la razón principal de su incompetencia como personas y trabajadores, está presente a lo largo de todo el documental.
El mérito de Ferguson no sólo recae en el riguroso, afinado, meticuloso trabajo previo de su documental, sino también en acercar este complejo entramado al espectador de una forma clara y digerible. Su claridad expositiva resulta excepcional.
Lo único que se le puede reprochar a su autor, es una mayor parcialidad en la forma que le da a su discurso. En ese sentido su visión es maniquea, y sus preguntas en las entrevistas van muy encaminadas a una idea previa estructurada. Sin embargo, a la vez, resulta comprensible que actué así con un contenido de tan alto voltaje, y delante de algunos de los responsables de la catástrofe económica. La coherencia del discurso de Ferguson se recoge ya en la elocuencia de su título (Inside job significa delito interno, y en este caso impune), en la selección de los pocos temas musicales, y también es este magistral cartel de un hombre ataviado con americana encima de un montón de dinero a semejanza de una montaña de escombros. La deshonesta, criminal, y repudiable actuación de los principales agentes implicados es una de las muchas evidencias que se lleva el espectador consigo, y sCursivaólo una entre muchas de muy valiosas, y a la vez aterradoras del mundo en que vivimos, y del que permanecemos abstraídos. En este sentido, Inside Job es un documental obligado para los que quieren entender con lujo de detalles la actual crisis mundial, y del que se extrae un valioso retrato de los hombres que dominan las altas esferas que controlan el mundo. Un documental espeluznantemente (como esas imágenes de la “Tend city” en Florida), que desprende lucidez ligada a sentimientos de rabia e indignación. En su discurso en la gala de los Oscar, lo primero que dijo Ferguson es que después de tres años del peor desplome financiero, ni un solo ejecutivo está entre rejas. Al menos le queda el alivio de saber que gracias a su trabajo ninguno de ellos quedará en anonimato por los crímenes cometidos.
MARC MUÑOZ

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