CARA A CARA
Esto se va pareciendo cada vez más a Estados Unidos. Hasta en las elecciones. Los mítines empiezan con música alegre y terminan con lluvia de confetis. Y empiezan a verse globos rojos, globos azules. Después de meses viendo cara a cara entre Segolone Royal y Sarkozy, Barack Obama e Hillary Clinton, nos llega el de Rajoy Zapatero arbitrado por Manuel Campo Vidal, que fue quien mejor estuvo.
El primer cruce de golpes fue a matar. Empezó Rajoy, que, cansado de ir de buena persona con talante durante toda la campaña, lo echó todo a freír espárragos con insultos, exabruptos, muecas y estadísticas sesgadas. Fue directo a esas cejas que, para la ocasión, su oponente acentuó haciendo del defecto virtud. Zapatero hizo gala de sus dotes de niño bueno, de que no ha roto un plato, puso su cara más beatífica ante la avalancha de golpes que se le venían encima. Para muchos le faltó agresividad. Veremos en la segunda vuelta. Pero si uno pecó de manso, el otro, de virulento, y lo de la niña fue un chiste. ¿Cómo pudo contener Campo Vidal la risa? La niña, como alguien ha dicho, será lesbiana y abortará. La niña le sirve para los chascarrillos de Alfonso Guerra y se estará maldiciendo Rajoy de haberlo dicho porque eso es lo que ha quedado de su mensaje, esa niña cursi y repelente. ¿Quién le dijo lo de la niña? Seguramente el que diseñó la campaña del mejicano Felipe Calderón. Pero esto no es México. Sacudió un buen golpe ZP cuando Rajoy le acusó de la inflación. La inflación empezó cuando lo del euro, estando el PP, cuando todo lo que valía 100 ptas pasó a valer automáticamente 165 pesetas en 24 horas. Un aumento de precios del 65%. ¿Qué hizo el PP? Nada. Pero se olvidó de un tema más grave: la amnistia encubierta al dinero negro. La mejor ocasión para detener el fraude fiscal en este país fue cuando se tuvieron que convertir las pesetas a euros, pero el PP hizo la vista gorda y los defraudadores sacaron sus millones de sus cajas de seguridad, los cambiaron a euros y los volvieron a guardar en sus cajas de seguridad. Espero que los asesores de Zapatero le sugieran el tema para la siguiente tanda de bofetadas. ZP estuvo fatal cuando no esgrimió argumentos en pro de la emigración, de los controles que existen sobre ella, de las repatriaciones pactadas y de las inversiones en los países de origen para que ésta no se produzca de forma ilegal. Lo dijo, pero quedó desleído. Ambos utilizaron los gráficos y las estadísticas para defenderse y atacar, aunque todos eran de períodos diferentes y decían verdades a medias. Rajoy dio más la sensación de pisar la calle, mientras que Zapatero quiso transmitir idealismo y optimismo. El lema de que este hombre no es de fiar estuvo en los labios de Rajoy que lo tachó de amigo de Chávez - ahí metió la pata, porque ZP contraatacó diciendo que defendió a Aznar ante el venezolano - y Castro, amigo personal de Fraga. ZP le recriminó hacer una oposición desleal, ser el partido más derechista de toda Europa. Rajoy ironizó sobre las pamplinas de la Ley de memoria histórica, las civilizaciones. ZP sacó el espantajo del pasado que estuvo presente en la legislatura: la teoría conspirativa del 11M de la que Rajoy, en el último momento, olvida que fue su impulsor. Tras estrechar las manos los púgiles quedan convocados para la segunda ronda de mamporros. Y luego las encuestas: todas favorables a ZP.
Muy mal le van las cosas al líder del PP, y peor con ese fichaje de Pizarro, que besó la lona ante Solbes y no cae bien a nadie, que es más ultramontano que todos - cuando una periodista le preguntó, en los desayunos de TVE, sobre el último atentado de ETA contra una sede del PSE de Euzkadi, al hombre se le ocurre nombrar los ataques verbales a Rosa Diez, María San Gil y Dolors Nadal, equiparándolos - y con la incorporación a la campaña de Ana Botella, despotricando contra la persecución del castellano en Catalunya - ¿tendría Madrid un alcalde catalán como Catalunya tiene un president cordobés? - y un Josemari amnésico, despotricando contra ZP por negociar - tremenda confusión con dialogar, que no es lo mismo, que no tiene nada que ver - con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco.
Tampoco es que lo haya hecho muy bien ZP. Sus pecados de optimismo - el fin de ETA, el AVE a Barcelona -, el no saber vender sus leyes progresistas - acalladas por el run run callejero del PP, la COPE y los obispos, dueños de las calles -, el tener enfrente a buena parte de las víctimas del terrorismo, en nada le favorecen. Una encuenta da un dato preocupante para él: un 20% de los que le votaron ya no lo van a hacer. ¿Se inclinarán por el PP? Lo dudo. Quizá se queden en casa. Y eso sería la derrota del PSOE. Es por eso que su campaña mediática - muy inteligente, por cierto - se basa en la participación, en ese buen chico que coge su coche para llevar a su madre a votar al colegio a pesar de que lo hará por el PP. Buena nota para Isabel Coixet. O en ese cartel reservor dogs con un lema bien explícito: SI TÚ NO VAS, ELLOS VUELVEN. Pues vamos.
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