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LIBROS DE JUAN RAMÓN BIEDMA, JAVIER ABASOLO, JULIO MURILLO, JOSÉ CARLOS SOMOZA Y UNO MISMO

Me llegan buenas noticias acerca de queridos colegas. Algunos se preguntarán si es cierto que existe ese buen rollo entre quienes vamos por el mundo armados con la pluma de ganso, el lapicero o el ordenador. Pues si, pues no. Hay días que tengo la sensación de que todos somos una fraternal congregación de tipos majísimos que se afanan en ayudarse los unos a los otros, y hay días que veo caínes acechando en la sombra, dispuestos a transformar sus plumas en escalpelos.
Roca me anuncia que va a publicar el próximo libro de Juan Ramón Biedma EL EFECTO TRANSILVANIA en el próximo abril, una apasionada fantásía callejera para adultos de más de catorce años.
Juan Ramón Biedma, autor de EL MANUSCRITO DE DIOS, es un imaginativo novelista que conjuga en su obra lo gótico y lo negro, tiene una excelente página web y blog, compartió conmigo páginas de LIBERTAD CONDICIONADA, una antología de relatos fantásticos, y me lo suelo encontrar en la Semana Negra, con lo que me complacerá saludarlo en la que viene si ambos vamos.
HERIDAS PERMANENTES es el sugestivo título de mi buen amigo Javier Abasolo que publica Tropismos. El bilbaino deja, por una vez, el País Vasco de todas sus novelas, las calles que se conoce al dedillo, para trasladar a su ertzaina a la ciudad de los rascacielos, a la ciudad de las ciudades, Nueva York. Abasolo, últimamente tocado por la buena estrella, un autor con un universo muy propio, está que no para de escribir y publicar. Te compro y te leo.
Y otro buen amigo y magnífico escritor, especialista en novela histórica, Julio Murillo, a quien conocía en los tiempos en que dirigía Playboy, autor de Las lágrimas de Karseb y Las puertas del Paraíso, publicadas en Martínez Roca, sobre los últimos días del Imperio Bizantino, retrocede en el tiempo y nos lleva, de su mano, a la épica clásica con EL AGUA Y LA TIERRA: MARATON, TERMOPILAS, SALAMINA Y PLATEA, publicado en Edhasa, erudición, amenidad y buena literatura garantizada de un escritor que se toma su oficio como si fuera un sacerdocio.

Y José Carlos Somoza, presidente de honor de la Orden Lagavulin - un whisky muy especial, ligeramente ahumado, que él defiende hasta el extremo de que si en una casa no lo hay, no entra -, sigue incidiendo con éxito en las claves del trhiller fantástico y de gran ambición con LA LLAVE DEL ABISMO que publica Plaza&Janés, último premio Ciudad de Torrevieja.

Decir que estoy dando los últimos retoques a las galeradas - lo peor que tiene un libro, junto a la mala crítica - de EL MAL ABSOLUTO, que estará muy pronto en la calle editado por Algaida con una portada que, los pocos y selectos amigos que la han visto, no dudan en calificarla de excepcional.